Al viajar a Europa, el seguro de viaje deja de ser un “extra” y pasa a ser parte de tu planificación inteligente: el nuevo sistema EES digitaliza los controles y el cruce puede demandar más preparación personal. Para optimizar tu entrada al espacio Schengen, sumá coberturas médicas sólidas y asistencia 24/7, y complementá con asistencia medica para viajeros que te oriente si surge un imprevisto en frontera o durante el itinerario.
El nuevo requisito para viajar a Europa es el Entry/Exit System (EES), que comienza a regir el 12 de octubre de 2025 en el espacio Schengen. El EES reemplaza el sellado del pasaporte por un registro biométrico (rostro y huellas) y guarda tus entradas y salidas para calcular automáticamente los días disponibles dentro de la regla 90/180. Esperá mayor orden, pero también filas en el arranque por adaptación de aeropuertos y pasos fronterizos.
Para vos, esto significa revisar conexiones y tiempos de escala con más margen, llevar el pasaporte en buen estado, y preparar la documentación de respaldo (reservas, seguro, fondos, tickets de salida del área Schengen). Irlanda y Chipre no aplican EES por no pertenecer a Schengen; si tu ruta entra por un país Schengen, te van a registrar igual.
La implementación del EES no exige una póliza específica, pero eleva el listón de previsión. Buscá una cobertura médica robusta, repatriación sanitaria, continuidad de tratamiento por enfermedades preexistentes declaradas, demoras y cancelaciones, y soporte legal básico.
Si tenés escalas largas o múltiples entradas, un plan integral reduce costos y tiempos ante contratiempos, sin depender de trámites locales.
Además de la salud, priorizá asistencia al viajero a Europa que incluya orientación ante pérdida de documentos, contactos de emergencia en distintos idiomas y coordinación de atención en países con copago. Esto acelera respuestas si un control te requiere pruebas de solvencia o reservas, y evita quedar solo en aeropuertos con barreras idiomáticas.
Confirmá que tu documento sea pasaporte biométrico Europa vigente por al menos 3 meses posteriores a la fecha estimada de salida del área Schengen. El chip y la zona de lectura mecánica deben estar intactos; cualquier daño puede forzar controles manuales, con demoras. Si renovaste el pasaporte en los últimos años, lo más probable es que ya sea biométrico.
Si tenés doble ciudadanía (argentina y europea) y viajás como ciudadano de la UE, el EES no aplica del mismo modo. Aun así, llevá ambos pasaportes y usalos correctamente: salí de Argentina con el argentino y entrá a Europa con el europeo, para evitar problemas de cómputo de estancia o filas innecesarias.
En el primer ingreso a Schengen tras el 12 de octubre, te van a capturar foto facial y, según el punto de control, huellas dactilares. Ese registro queda asociado a tu pasaporte y se reutiliza en entradas siguientes durante 3 años.
El sistema registra fecha, hora y puesto de control de entrada y salida, y calcula los días disponibles bajo 90/180. Si agotás el cupo, puede saltar alerta. Conservá tarjetas de embarque y reservas por si un oficial requiere verificación manual.
La salida también se registra. Evitá “overstay”: además de multas, podrías recibir restricciones de reingreso. Planificá con margen en itinerarios con re-entradas (por ejemplo, Reino Unido o Marruecos intercalados).
1. Pasaporte vigente y en buen estado.
2. Comprobante de alojamiento (reservas o carta de invitación).
3. Billete de regreso o salida del área Schengen.
4. Prueba de medios económicos acordes a la duración del viaje.
5. Póliza y certificado de seguro para viaje a Europa con número de asistencia y condiciones clave.
Checklist útil para el mostrador/puerta
Al ser un EES a Europa de implementación progresiva, algunas fronteras tendrán kioscos de autoatención y otras operarán mixto.
Llegá con antelación extra, guardá el pasaporte fuera de fundas opacas (facilita el escaneo) y evitá fotos con anteojos oscuros al acercarte al lector. Si el kiosco falla, pedí al agente canal manual; no reinicies el trámite sin indicación para no duplicar registros.
En conexiones fuera del espacio Schengen, considerá que cada reingreso puede implicar validación del EES. Si vas a sumar segmentos por tren internacional (ej., París–Ginebra con cruce de frontera), verificá si el control es en estación o a bordo, y mantené a mano tu documentación en todo momento.
Al elegir un plan de Omint, priorizá canales de contacto 24/7 en español, coordinación directa con prestadores europeos y emisión de certificados aptos para controles migratorios.
La claridad documental ayuda si un agente solicita corroborar coberturas específicas (repatriación, continuidad de tratamiento, gastos ambulatorios). Ante un siniestro, la gestión centralizada evita adelantos elevados y agiliza autorizaciones.
Para itinerarios con múltiples países y reingresos, confirmá extensión automática y emisión de certificados adicionales por tramos si cambiás de fechas. Si viajás en familia, validá cómo se aplica la cobertura a menores y qué documentación médica conviene llevar (recetas, informes, planes de vacunación).
El EES moderniza el control en Europa y ordena el conteo de estancias, pero te exige mayor previsión documental y tiempos de conexión holgados. Con pasaporte en regla, reservas verificables y un plan sólido de asistencia, vas a reducir fricciones en la primera entrada posterior al 12 de octubre de 2025 y en los cruces sucesivos.
Para viajar a Europa con tranquilidad, integrá tu planificación con un seguro para viaje que responda rápido y te acompañe durante todo el recorrido.
