viernes 10 de octubre de 2025
Luego de casi seis décadas en la diócesis

La Comunidad de la Fraternidad Eclesial Franciscana se despide de Catamarca

Este viernes 10 de octubre, a las 20.00, en la parroquia San José Obrero, se celebrará la Santa Misa de despedida de las Hermanas de la Fraternidad Eclesial Franciscana, congregación que trabajó por casi seis décadas en nuestra diócesis.

Su lugar de residencia es la casa ubicada al lado del templo parroquial de San José Obrero, en el barrio La Tablada de la ciudad capital, desde donde desplegaron una intensa labor pastoral en la jurisdicción parroquial y brindando otros servicios pastorales a la comunidad diocesana, particularmente en la Catequesis.

Actualmente, forman parte de la congregación en Catamarca la Hna. Hilda Faccioli de 80 años de edad, y la Hna. Micaela Sosa, hermana de sangre y de congregación de la Hna. Marina Sosa, quien partió a la Casa del Padre el pasado 8 de septiembre, a los 85 años de edad y 70 de consagrada.

La Fraternidad Eclesial Franciscana es una Congregación de Derechos Diocesana, cuyo Obispo responsable es el prelado de Orán, Salta. Nació como fruto del Concilio Vaticano II, y algunas de esas religiosas vinieron a Catamarca a fines de la década de 1960. A su llegada se instalaron en el convento de los franciscanos, luego su sede inicial fue en el Obispado Viejo, donde actualmente funciona el Museo de la Virgen, calle República 449. Luego se trasladaron a lo que actualmente es la casa de retiros espirituales Emaús y finalmente se establecieron en la casa ubicada en Ayacucho y Santa Fe, adjunta a la casa parroquial de San José Obrero, que en ese entonces estaba a cargo del padre de Carlos Ibáñez, quien edificó esa casa para que puedan trabajar pastoralmente allí.

Generalmente, la Comunidad en Catamarca estuvo integrada por tres religiosas. Las más recordadas por el tiempo de servicio son las Hermanas Hilda Faccioli e Isabel Olmedo. La primera de ellas es muy recordada por su atención en el Obispado y la segunda en la Secretaría de la Catedral. También se las recuerda con cariño a las Hermanas Candelaria Juárez, Ana Shaab, Rosa Spontón, Paz Quiroga, María Luisa Vítola, Lía Rosa Cavigioli, Imelda Gohete y Juana Martínez.

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La hermana Hilda, quien es una de las religiosas que ahora se despide de Catamarca, trabajó muchos años, desde que era Obispo de nuestra Diócesis Mons. Pedro Alfonso Torres Farías y continuó un tiempo con Mons. Elmer Osmar Miani. En este servicio colaboró con la Junta Diocesana de Catequesis que estaba a cargo del entonces padre Gerardo Sueldo, luego Obispo de Orán y después de Santiago del Estero, y posteriormente del padre Juan Carlos San Nicolás.

En la parroquia San José Obrero, a donde circunscribieron su servicio, aportaron su tarea pastoral en distintas áreas.

Al comenzar el año 2000, la Hna. Hilda pasó a ser superiora de la Congregación y se fue de Catamarca por alrededor de seis años. A su regreso siguió trabajando en San José Obrero hasta que fue declinando su salud.

La Diócesis de Catamarca despide a las Hermanas de la Fraternidad Eclesial Franciscana con enorme gratitud por su entrega generosa a Dios y el servicio pastoral por casi seis décadas en las tierras de la Virgen del Valle.

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