jueves 24 de abril de 2025
Más de 200 chicos organizaron la celebración para el ídolo cuartetero

El día que Walter Olmos festejó su cumpleaños con los pobres que le daban de comer

Fue en abril de 2001, en el Centro de Participación Comunal, donde funcionaba el comedor de barrio Altos de Choya. Donó alimentos para sus vecinos.

Por Marcelo Carabajal

El 23 de abril del 2001, el cuartetero Walter Olmos regresó a Catamarca para celebrar sus 19 años con una fiesta emotiva e inolvidable. En el Centro de Participación Comunal (CPC) de barrio Altos de Choya, en la zona norte de la Capital, recibió el cariño de más de 200 chicos que asistían al comedor. Ellos organizaron el festejo de cumpleaños para Walter. Y el cantante llegó con sus manos cargadas de alimentos no perecederos. Los donó al comedor para que allí sigan alimentando a sus vecinos.

Según Olmos, celebró con ellos por un motivo especial: “Es la gente de mi pueblo, la gente pobre, la que me dio de comer”. En aquella ocasión comentó que lo recibieron “como a cualquier otra persona”. Volvió como un ídolo y fue acompañado por una caravana. Ese día, se mostró contento por el recibimiento. Habló de manera simple y no buscó diferenciarse de sus vecinos. Al contrario. “Yo no soy más que un negro igual que ellos”, aseguró en aquella oportunidad. Este evento fue cubierto por el equipo periodístico de Diario El Ancasti. La noticia se publicó en la tapa, con una foto del cuartetero, que estaba descargando los alimentos con una sonrisa amplia. El texto ocupó gran parte de la página 13 de ese día. A casi 24 años de ese suceso, se comparte la crónica completa y las imágenes que la acompañaron.

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EL EXITOSO CUARTETERO VOLVIÓ A SU BARRIO COMO UN ÍDOLO

Altos de Choya festejó el cumpleaños de Walter Olmos

Los chicos del comedor barrial organizaron una fiesta ayer al mediodía para el cantante.

Todo el barrio Altos de Choya se vistió de fiesta ayer para recibir a su hijo dilecto: el famosísimo cuartetero Walter Olmos llegó invitado por los chicos del comedor municipal del sector para festejar -por atrasado- su cumpleaños. Los más de 200 chicos que todos los días concurren al Centro de Participación Comunal (CPC) enloquecieron de alegría ante la llegada del popular cantante que ya se convirtió en el número uno de la llamada movida tropical.

Pasado el mediodía, una caravana gigante -acompañada de batucada y grupos de fans- llegó hasta el CPC por la avenida principal, en donde todo estaba listo para festejar los 19 años -cumplidos el domingo pasado y celebrados durante un recital- del llamado “el heredero del Potro Rodrigo”.

Ante un júbilo desbordante, un emocionado Walter hizo la punta para descargar gran parte de los alimentos no perecederos que donó al Centro, y que fueron descargados por su equipo del ómnibus en el que se trasladó hasta el barrio. En Altos de Choya, uno de los sectores más humildes de la zona norte de la ciudad, vivieron, hasta hace poco, su madre y hermanos.

Anoche, en tanto, se realizó una mega fiesta en la casa que Walter compró para su madre en La Chacarita. En el mediodía de ayer, y tras sortear el corte de ruta que realizaban los operarios de la fábrica de Alpargatas, Walter llegó a Altos de Choya por la avenida principal del barrio.

Acompañado por cientos de chicos que querían ver de cerca al ídolo que tuvo una infancia dura de chico trabajador como lustrabotas para ayudar a su familia.

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Bienvenida

El cantante, que llegó a la provincia tras una maratónica gira entre Ushuaia y el sur de Buenos Aires, estaba acompañado por integrantes de su banda, representantes y seguridad personal. En el CPC ya se encontraban su madre y su padre listos para dar inicio a la fiesta.

Desde el día en que fuera apadrinado por el cordobés Rodrigo, Walter comenzó una ascendente carrera que lo llevó a posicionarse en los primeros puestos de los rankings, al punto de desplazar a viejos popes de la música cuartetera.

De esta forma alcanzó records de venta. A pesar de toda la movida que se generó a su alrededor, Walter consideró que sus antiguos vecinos “simplemente me recibieron como a cualquier otra persona”. Y destacó que “es la gente de mi pueblo, la gente pobre, la que me dio de comer”.

“Ellos me hicieron crecer y yo no soy más que un negro igual que ellos”, enfatizó entre pedidos de autógrafos y besos de chicos desde tres años en adelante.

Asimismo, dijo sentirse “feliz” de volver a la provincia, ya que no pensaba “que estaba viniendo a Catamarca cuando veníamos en el avión. Ésta fue una linda sorpresa para mí”, aseguró.

El nuevo fenómeno de la música popular consideró que el cuarteto “hoy en día no es sólo de Córdoba, sino de todo el país”. Y por ello rescató que él está “llevando esta música a todo el mundo”, al hacer referencia a sus próximas incursiones por los mercados de Holanda, Brasil y España. “Ni el más capo del cuarteto llegó hasta eso”, aseguró y confesó que “todavía no me veo haciendo un cuarteto en holandés o portugués”.

Asimismo, se refirió a su próxima presentación, el 5 de mayo, en la cuna del cuarteto: La Vieja Usina. “Yo espero que la gente me vaya a ver, porque regalo la música y mi corazón”, aseguró. De chico de la calle -imagen que siempre recuerda y sobre la que canta uno de sus temas más sentidos- el músico se convirtió en un “embajador de Catamarca”, como él mismo se definió en una de las tantas entrevistas que se le realizaron. Y en esta embajada, es constante su referencia a la protección que significa para él la Virgen del Valle.

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