martes 26 de marzo de 2024
LO AFIRMÓ Jorge gabach, ingeniero civil y perito accidentológico vial

"Colocar reductores de velocidad es peligroso"

Explicó las consecuencias que tiene tanto en la persona que conduce, como en los vehículos.

Por Redacción El Ancasti

Ante la polémica que generó la instalación masiva de reductores de velocidad en la ciudad, Jorge Gabach, ingeniero civil y perito accidentológico vial, opinó que existe una proliferación de todo tipo de reductores que en su mayoría son “peligrosos”. Sostiene que la Ley Nacional de Tránsito prohíbe la instalación de elementos agresivos en la calzada, por lo que "debería considerarse a los reductores como tales y reemplazarlos por otras medidas técnicas".

“El empleo irracional de ciertos medios técnicos, destinados a neutralizar o minimizar los riesgos viales, puede aumentarlos, agravarlos, constituirse en causas independientes de accidentes. La razón del éxito de estos reductores reside en la facilidad de la instalación y en los efectos instantáneos que consigue; el factor decisivo ha sido su bajo costo en relación con otros implementos viales. Se opta por esta solución y en realidad corresponderían otras técnicas destinadas al apaciguamiento del tránsito, como extensiones de cordón, chicanas, isletas fantasmas, guillotinas, ahogadores, desviadores, minirrotondas, bandas transversales, y otras por las cuales se conduce más lentamente, con mayor grado de atención y seguridad”, recomendó el profesional.

DEFENSA

El municipio defiende el sistema, señaló que el problema es la falta de conciencia de los conductores y asegura que para colocar cada reductor se hizo un estudio previo.

Explicó que en particular las llamadas “lomadas” son desaconsejadas por su "efecto brutal" para el vehículo y agregó que cuando el auto se inclina se asemeja a que está en un lugar de lanzamiento que se proyectará para incrementar velocidad "y esto puede causar efectos hasta mortales", según su profundo análisis.

“Puede haber un latigazo cervical, resultado de violentos movimientos de la cabeza proyectada primero hacia abajo y luego para atrás”, sentenció.

Gabach menciona que la Ley Nacional de Tránsito N°24449 establece en su artículo 23° que queda prohibida la instalación de elementos agresivos en la calzada, que por sus características atenten contra la seguridad del usuario de la vía. "Solo se podrán instalar aquellos que por su diseño no agredan ni provoquen incomodidad al conductor".

Reiteró que la Ley prohíbe los reductores que provocan daños, "algo que no se está analizando por parte de los responsables de la seguridad vial en la ciudad".

Advierte que todos los daños que se produzcan a los usuarios que circulan por zonas con dispositivos viales que no son mantenidos, o que su función sea inoportuna la responsabilidad es del Estado.
"Esta responsabilidad del Estado por los accidentes que se produzcan puede provenir del mal cálculo, del mal proyecto (se construyen a ojo) o en la falta de iluminación, que hace a los reductores ópticamente difusos debido al fenómeno de absorción visual con el resto de la superficie de la vía, resultando difícilmente perceptibles para el usuario que se aproxima", concluyó.

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