La próxima semana se reactiva la actividad administrativa y la Obra Social de los Empleados Públicos (OSEP) tiene varias reuniones. La Federación de Clínicas y Sanatorios (FECLISA), hace unos 10 días, presentó por escrito el pedido de incremento de los aranceles, en el orden del 50 %. De este modo, la salud privada pretende hacer frente al pago de insumos, materiales (cotizados en dólares) y salarios –que el próximo mes tienen un nuevo aumento-.
Silvia Jalil, directora del Sanatorio Pasteur y socia de FECLISA, comentó que los establecimientos de salud privados se encuentran muy preocupados porque el dólar impacta directamente en los insumos. La doctora remarcó que hay listas de precios que, desde siempre, estuvieron en dólares. En diálisis, indicó, los insumos son importados y están valuados en un 100 % en dólares. A la vez, advirtió que la diálisis no se puede suspender y algunas prótesis o aparatos, como los marcapasos, también están en dólares.
"Algunos insumos, como los que están vinculados con el plástico, están en dólares. Todo lo que es jeringa, catéteres y guantes están ligados al dólar porque el plástico está ligado al dólar, como los hilos de sutura; los de mejor calidad son importados”, detalló.
Ante esta situación, FECLISA, por nota, pidió a OSEP un incremento en los aranceles pero la institución todavía no tuvo respuesta. Según Jalil, el aumento pedido es de un 50 %, teniéndose en cuenta que algunos insumos tuvieron una suba del 75 % y que el salario viene subiendo, con un incremento del 4 % para febrero. La doctora resaltó que la actividad de Salud tiene mano de obra intensiva, por lo que el principal costo en la salud es el recurso humano.
"Hay incertidumbre en el país y todavía los escenarios no están definidos. Hay una clara política de ajuste y sinceramiento pero desconocemos en cuánto va a impactar. Si hay una política de sinceramiento, también hay que sincerar la tarifa de los servicios. El año pasado el aumento fue del 30 % pero hubo un pequeño incremento en los medicamentos y en la atención. OSEP recompuso los co-seguros de una manera muy importante”, recordó.
Además, detalló que los insumos son diferidos y los centros de salud privados adquieren deudas a pagar a 60 ó 90 días. Dada esta situación, Jalil aseguró que todavía no hubo un impacto en la cesación de pago.
"De la misma manera que nosotros estamos cobrando octubre, que todavía no está cancelado, falta noviembre, diciembre, enero, 90 días. Los proveedores también tienen ese sistema de abonar las prestaciones financiadas de la misma forma. Lo que principalmente impacta es en la mantención de la calidad, que significa tener equipos en condiciones al igual que las instalaciones. Después viene el salario, que es lo más sensible. Salud requiere un alto nivel de inversión en tecnología, en equipamiento y en infraestructura”, consideró.
Por último, la directora Jalil destacó la importancia de que los centros de salud privados cuenten con buenos servicios, a efectos de brindar calidad en atención."Así como se está pensando una tarifa social para el 75 % de la población, lo cual es razonable, debería pensarse en una tarifa para atenciones vitales para los centros de salud”, consideró.
Los servicios en los centros de salud
En otro orden, Silvia Jalil adelantó que las clínicas y sanatorios presentarán una nota al Ministerio de Servicios Públicos. La médica indicó que un centro de salud no puede controlar la energía eléctrica, más aún si se tiene en cuenta que un paciente debe estar conectado a un respirador o a un tomógrafo.
"La energía se consume las 24 horas, desde la habitación hasta un equipo crítico y los equipos no se pueden apagar. El encendido de algunos equipos lleva un proceso y un tiempo, como el apagado. No se puede estar prendiendo y apagando un equipo, con un ahorro de energía porque el equipo consume lo que consume”, remarcó.
En este sentido, indicó que hay equipos como pulmotores, aires comprimidos y bombas de agua. Según Jalil, en Salud, salvo una bombita de bajo consumo, no hay nada que no consuma energía.
