El caso de una señora que, en grave estado, tuvo que esperar varias horas en el Hospital de Tinogasta para poder ser trasladada a un sanatorio de esta ciudad, reactualizó la preocupación respecto de la falta de ambulancias.
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El caso de una señora que, en grave estado, tuvo que esperar varias horas en el Hospital de Tinogasta para poder ser trasladada a un sanatorio de esta ciudad, reactualizó la preocupación respecto de la falta de ambulancias.
La mujer sufrió un ACV en la localidad de Salado. De allí fue recogida por una ambulancia que la trasladó al hospital de la cabecera departamental.
Cuando los facultativos advirtieron la gravedad del cuadro, decidieron que lo mejor era el traslado a esta capital.
Para el traslado a esa distancia la ambulancia que la había recogido de Salado no estaba en condiciones, por lo que se debió recurrir a la ambulancia de Fiambalá, que tampoco estaba disponible.
Luego de varias horas de espera recién pudo hacerse el viaje, lo que puso en riesgo la vida de la señora.