Numerosos jubilados mayores de 80 años y sus apoderados se vieron frustrados este mes cuando pretendieron cobrar sus haberes. Es que el Banco Santiago del Estero decidió bloquear, de improviso y sin mediar notificación, las cuentas de todos los jubilados y pensionados que superan la edad antes mencionada y que designaron personas para que los representen.
Cuando los apoderados fueron a formular el reclamo se les comunicó que debían presentar certificado de supervivencia y un certificado médico fe de vida, trámite burocrático que deberán realizar todos los meses, pues de no hacerlo las cuentas se bloquean automáticamente.
El argumento del banco, según manifestaron los jubilados, es que el Registro Civil demora un par de meses en comunicar los fallecimientos, período en el cual algunos que tienen poder siguen cobrando pese a que la persona que representan ya murió. Se trata sin duda de un problema de comunicación entre la repartición provincial y el banco, que es aprovechado por unos cuantos vivos, en el que nada tiene que ver la inmensa mayoría de los jubilados o sus apoderados.
Un problema que, huelga decirlo, resulta insólito en estos tiempos en los que la tecnología permite la actualización de las bases de datos en tiempo real.
En el caso del cobro del 82% móvil, la AGAP exige a los apoderados que presenten un certificado de supervivencia cada tres meses, no mes a mes, y no exige el certificado médico.
Como es lógico suponer, el bloqueo de las cuentas ocasiona numerosos problemas a los jubilados que no pueden acceder a sus haberes, y no todos tienen familiares o amigos que pueden facilitarle el dinero hasta que se hagan los trámites y las correspondientes presentaciones administrativas para desbloquear las cajas de ahorro.
Ya antes se había tomado la decisión de dejar de prestar el servicio del pago a domicilio, trámite que permitía constatar in situ si el beneficiario vivía al momento del cobro de sus haberes.
Diego Barrionuevo, gerente de Banco Santiago del Estero, explicó que "pasado un tiempo que la persona no opera tiene que concurrir para actualizar su información".
Consideró que "es algo común, no es algo caprichoso del Banco, justamente cuando la persona no es titular y la persona es mayor. De otra forma, si se efectúa el pago a alguien que ya falleció, el Banco se tiene que hacer cargo después ante la ANSES".
Barrionuevo manifestó que se está gestionando para buscar la forma de que el Registro Civil envíe mes a mes la actualización de las personas fallecidas.
"Nos cuesta conseguir esa información, consultamos al Registro Civil, a la ANSES e incluso los diarios son un medio para que podamos actualizar datos".