viernes 29 de marzo de 2024
son menos los artesanos locales que eligen participar

El Poncho va perdiendo la esencia de su creación

Este año las ventas fueron flojas para los artesanos que llegaron del interior provincial.

Por Redacción El Ancasti
La Fiesta del Poncho es considerada como la expresión cultural más importante de Catamarca y su creación fue inspirada en la necesidad de reivindicar esta prenda tan singular y representativa de la provincia a nivel nacional e internacional. Sin embargo, año tras año la esencia de la fiesta se fue perdiendo y son cada vez más los artesanos hilanderos y tejedores que deciden no sumarse a la muestra artesanal.

Quienes sí participaron este año coincidieron en la baja de las prendas tradicionales e incluso coincidieron en que volvieron a su lugar de origen con la totalidad de los puyos y ponchos, que llevan un extenso trabajo manual que en algunos casos fue pasando de generación en generación. La fiesta sí fue un éxito para quienes expusieron productos de otros rubros y lograron vender bastante.

Antonio Avar y su esposa Fernanda Saracho participaron en numerosas oportunidades del Poncho pero este año decidieron no hacerlo luego de la mala experiencia del año anterior, cuando sufrieron el robo de algunas prendas del stand; además consideraron que no se valoriza al artesano: "Es una fiesta empresarial, se busca ganar dinero, absolutamente mercantilista. No hay intención de buscar artesanos”.

Además expresaron que "no nos sentimos cómodos; nos trataron muy bien pero cuando nos robaron realmente nos hicieron mal; somos una familia de trabajo. Mi mujer trabaja desde niña hilando y tejiendo y yo desde hace 20 años que hago diseños y exhibimos nuestros productos en Belén y recibimos a los turistas que llegan y compran”.
Consultado Avar sobre el reconocimiento a los artesanos señaló que "aunque digan que sí, no es importante la artesanía, todo pasa por el discurso, pero no es algo nuevo. Es difícil entender la artesanía desde una oficina, tal vez se pueda cambiar".

Premios
Durante la última jornada, denominada "la yapa" por los organizadores, se sortearon 10 premios de 10 mil pesos cada uno y un auto. Paradójicamente a los artesanos se los premió con un reconocimiento en pergamino y la tejedora del mejor poncho de este año recibió $3 mil.

En la página oficial de la Dirección de Artesanías se realiza una breve reseña de la Fiesta del Poncho que reza: "El poncho, prenda con siglos de usanza en sus diferentes variantes, logró, a través de hábiles manos de teleras catamarqueñas, convertirse en símbolo cultural para una provincia que lo enarbola cada mes de julio en un acontecimiento que cobija en su seno las mejores expresiones artesanales, artísticas y productivas de Catamarca". Sin embargo poco a poco se va desvalorizando el trabajo de los artesanos.

En la última jornada de la muestra artesanal quedaron exponiendo aquellos que quisieron, muchos decidieron volver a sus lugares, mientras que los vendedores ambulantes colocaron sus puestos en la explanada, nadie controló; los hippies hicieron lo mismo.

Belén
Mientras en el Predio Ferial se desarrollaba la Fiesta del Poncho, en la ciudad de Belén se realizó la III Marcha de los Ponchos con el objetivo de revalorizar la tradicional prenda, y en esa oportunidad fue presentado el poncho más grande del mundo, que posee 16 metros. La prenda fue realizada en su totalidad de manera artesanal desde la obtención de la fibra hasta la confección de la prenda por artesanos locales.
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