Tras las declaraciones de la directora de Mujer, Infancia y Familia del Ministerio de Desarrollo Social, Beatriz Barrionuevo, y de la subsecretaria de Familia, María Cristina Rosales, el juez de Menores Rodrigo Morabito ayer convocó a la prensa y en respuesta a los dichos de las funcionarias precisó con sentencias y estadísticas las gestiones de la Justicia Penal Juvenil.
Rosales, que tiene a su cargo el Sistema de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes, aseguró que la campaña de prevención de adicciones es "un éxito”, mientras la directora Barrionuevo polemizó con un duro cuestionamiento hacia Morabito, al preguntarse: "¿Qué fue lo que hizo el juez por estos chicos?".
El magistrado comentó que siempre se instó al diálogo desde la Justicia. "Si hay polémica, hasta ahora no me enteré pero el sábado me sorprendí por los dichos de la directora de Mujer, Infancia y Familia, Beatriz Barrionuevo, quien expresó 'qué hizo esta justicia por los niños, niñas y adolescentes'. Me sorprenden las críticas de personas que no conozco y que no hablaron conmigo”, comenzó diciendo el juez.
Después comentó que con la nueva gestión de la Subsecretaría de Familia solamente hubo una reunión por el tema "Charly-Charly" y en esta oportunidad también participó la Subsecretaría de Salud Mental. "Siempre tuvimos diálogo. En este último tiempo no hubo el canal de diálogo que había en otros momentos. No se debe a ninguna polémica. El Sistema de Protección Integral solo debe hablar con nosotros por los chicos en conflicto con la Ley Penal. Desde la Justicia hablamos de la contención porque preocupa que muchos chicos terminen en la cárcel. Muchos chicos pasan por el Sistema de Protección Integral sin la intervención de la Justicia”, aclaró.
El juez recordó que desde este fuero penal juvenil se emitieron varias sentencias por chicos en conflicto con la ley penal que habían comenzado a recorrer los pasillos de estos tribunales –cuando los Juzgados de Menores tenían a su vez la competencia asistencial que hoy tiene la cartera social-, siendo niño en condiciones extremas de riesgo social. Muchos de estos chicos protagonizaron casos judiciales resonantes en la sociedad y hoy están alojados, con condenas, en el Servicio Penitenciario. De acuerdo con las sentencias de Morabito, se dispuso a los gabinetes de Desarrollo Social y de Salud la incorporación de estos chicos al Sistema de Libertad Asistida, a tratamientos por sus problemas de consumo y, al mismo tiempo, se solicitó al Poder Ejecutivo contar con un centro para el tratamiento de las adicciones.
Aseveró que la mayoría de los chicos que pasan por el Sistema Penal Juvenil terminan en el Servicio Penitenciario. "Es así. No todos, pero sí la mayoría. La Justicia hace demasiado y bastante, a tal punto que se logró tener un lugar de alojamiento como lo requiere la Ley, un Centro de Admisión y Derivación, que se hable de la niñez y que desde la Justicia se pueda dialogar. La Justicia siempre debe ser el último eslabón de intervención en materia de niñez; solamente va a intervenir cuando haya un conflicto. Todavía se cree, por parte de la sociedad y de algunos organismos, que la Justicia tiene que intervenir en determinados casos pero tenemos competencia penal juvenil y todavía está esa confusión”, advirtió.
Además, este juez de Menores recordó que después de que la Alcaidía de Menores quedó fuera de funcionamiento, en septiembre de 2011, se iniciaron las gestiones para un nuevo centro de detención juvenil. "Se había intimado para que haya un adecuado lugar de alojamiento para los jóvenes”. Debido a los casos de chicos en conflicto con la ley con problemas de consumo, por sentencias, se solicitó que exista un centro de tratamiento de adicciones y de internaciones. "Es fundamental para la Provincia que exista este tipo de centros porque los chicos tienen que irse a otros lados. Está bien que la Ley de Salud Mental hable de hospitales polivalentes pero habrá que ver y adecuar la infraestructura. Hoy un gran problema es el tema de las adicciones. Por sentencia, se pidió que haya un centro de internación. Es fundamental. Si los chicos tienen que ser internados por una situación de gravedad, deben ser derivados a otra provincia. Eso implica un desarraigo familiar y toda adicción se supera con acompañamiento familiar”, aseguró.
ESTADÍSTICA
Datos de la Justicia Juvenil
Abril 2015
39 chicos demorados por personal policial, 20 por consumo de sustancias.
Mayo 2015
23 demorados por la policía; 12 demorados por consumo.
Junio 2015
20 demorados, 11 por consumo.
El juez explicó que a veces los chicos son demorados por el personal policial pero no pasan por el filtro de la Justicia o se avisa a la Justicia pero no terminan con una causa judicial.
El consumo tiene una cifra negra, remarcó, porque muchos chicos que consumen no pasan por la Justicia Penal Juvenil.
Se observa la presencia de jóvenes con actuaciones y algunos con sentencia para la urgente intervención estatal, provenientes de familias disfuncionales, algunos con intentos de suicidios, más allá de la advertencia, y otros con problemas de violencia familiar.
Adolescencia en riesgo social
De acuerdo con datos proporcionados por la Justicia Penal Juvenil, en los últimos dos años hubo seis casos de suicidios de chicos judicializados y otros tres casos de intentos de suicidio. Además, se advirtió que los adolescentes que intentaron poner fin a su vida son amigos de tres de los chicos que ya se habían suicidado.
Según Morabito, con relación al consumo problemático de sustancias, se observa a adolescentes que requieren de la urgente intervención de los organismos del Estado, dado que provienen de familias disfuncionales, algunos con intentos de suicidios, más allá de la advertencia, y otros con problemas de violencia familiar y hasta con casos de desnutrición.
El magistrado también informó que, desde el año pasado en adelante, se trabajó sobre 74 casos de chicos judicializados; la mayoría de ellos son policonsumidores de sustancias. Sobre estos casos, precisó que 22 consumen cocaína, 60 marihuana, 61 pastillas, 28 pegamento, 2 nafta y la mayoría alcohol. Para Morabito, el gran problema son los psicofármacos, las drogas legales.
"Hoy tenemos muchos chicos que están consumiendo marihuana, cocaína, pegamento y algunos consumen las tres sustancias, más alcohol. Desde la Justicia de Menores siempre instamos al diálogo y fuimos acompañados, algunas veces más y otras veces menos. En todos los casos, le damos intervención al Sistema de Protección Integral porque es fundamental trabajar en la rehabilitación. La rehabilitación es una palabra que se utiliza para hablar de reinserción y de reeducación. Si a los chicos los vamos a contener y no los vamos a ayudar a salir de su problemática, lejos estamos de abordar su situación. La problemática es que después están en el Servicio Penitenciario y que hay gente que termina dañada por estos chicos. Nuestra función desde el Estado, que somos todos, es trabajar en esta situación”, consideró.