El Cementerio Municipal, una obra iniciada en el año 1884 por el arquitecto Luis Caravati (por si algo le faltaba hacer al genial constructor) podría haber llegado a un punto límite en sus capacidades concretas.
Es que de acuerdo con la información a la que accedió este diario, la necrópolis municipal, la más importante de toda la provincia y la más utilizada por las familias de la ciudad Capital, tiene ya muy pocos nichos disponibles para el uso de la gente. Y a la vez, tiene un altísimo nivel de morosidad de las personas que deben pagar un impuesto anual sumamente accesible, para costear la limpieza y conservación de cada nicho.
Para la presente semana, los nichos disponibles en el Cementerio capitalino son solo 6. Y el ritmo de ingreso de fallecidos semanalmente es muy superior a esa cifra, ya que por mes se reciben en promedio de 75 a 90 fallecidos.
Los trabajadores del Cementerio señalaron a las familias que ayer, en el día de los fieles difuntos, visitaron masivamente la necrópolis que los problemas se originaron en algunos casos por la falta de materiales con los cuales hacer el concreto para los cerramientos de los nichos. Y que por la cantidad de difuntos que ingresan, cada vez hay menos espacio libre. En este mismo plano señalaron que se proyectó ya construir más nichos hacia el sector suroeste del cementerio, donde antes había un basural.
El otro problema es el altísimo nivel de morosidad entre las familias que no pagan el impuesto anual por limpieza y conservación. Se trata de un aporte de $242 para los nichos de las filas 1º y 4º, mientras que para las filas 2º y 3º es de $308. Además, el alquiler o arrendamiento por 10 años es de apenas $660, con una renovación anual de $200.
REUBICACIÓN
Los empleados del Cementerio tienen que recurrir a la "reubicación" de los cuerpos cuando una familia no paga. Esto sin embargo se hace por oficio de la Municipalidad y se ponen 3 cuerpos en el mismo nicho.