Momentos de tensión se vivieron en el barrio Ongolí, en Nueva Coneta, Capayán. La liberación de un denunciado por abuso sexual, quien tiene un retraso madurativo –condición que lo hace inimputable- generó bronca entre los residentes.
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Momentos de tensión se vivieron en el barrio Ongolí, en Nueva Coneta, Capayán. La liberación de un denunciado por abuso sexual, quien tiene un retraso madurativo –condición que lo hace inimputable- generó bronca entre los residentes.
Días pasados, el denunciado habría ultrajado a una chica en un supermercado céntrico. Por este hecho, tomó intervención el fiscal de Instrucción de Novena Nominación Jonathan Felsztyna. Entre las medidas de rigor, dispuso la realización de las pericias. El denunciado cuenta con la asistencia de la defensora Penal Oficial de Segunda Nominación, Florencia González Pinto. Al advertirse que el sindicado presenta esta condición, la cual lo convierte en inimputable, se debió proceder en consecuencia.
Disconformes, vecinos salieron en horas de la mañana y se manifestaron sobre la Ruta Nacional Nº 38. Con carteles en mano y el grito en la garganta, impidieron el paso a los automovilistas.
“Es un violador, supuestamente tiene retraso madurativo y por eso lo hicieron volver a la casa. Los niños del barrio corren peligro, ya abusó e intentó abusar”, indicó una vecina a este diario. Además, los manifestantes reclamaron la presencia de autoridades judiciales para poder trasladar sus inquietudes. El objetivo del corte de ruta era visibilizar su reclamo.
Por la tarde, los vecinos, aún molestos con esta situación, incendiaron la vivienda del sindicado. Habida cuenta su situación –y que no puede responder penalmente por sus actos-, el juez de Control de Garantías de Tercera Nominación, Lucas Vaccaroni resolvió que el denunciado sea trasladado al área de Salud Mental del Hospital San Juan Bautista.
Los constantes hechos de inseguridad tienen una arista que entra en conflicto con la Salud Mental y la discapacidad. En ocasiones, algunas personas denunciadas tienen algún padecimiento mental o están condicionados por una discapacidad.
Fuentes consultadas en la Fiscalía General, advirtieron que en ocasiones suelen ser denunciadas personas que tienen algún retraso madurativo o tienen diagnóstico de algún padecimiento mental, como esquizofrenia u oligofrenia –una discapacidad mental grave-. Ante esta situación, con personas con padecimiento mental o con alguna discapacidad, la competencia material es del Ministerio de Salud.
En la Unidad Judicial 7, la madre de una adolescente de 15 años presentó una denuncia por abuso sexual. Según se detalló, la chica y una amiga, una joven mayor de edad, salieron de uno de los boliches del Alto Fariñango y se dirigieron al Parque Adán Quiroga. Las dos jóvenes estaban en compañía de dos muchachos. En un momento determinado se separaron ambas parejas. Al cabo de un rato, la chica regresó llorando y en estado de shock. En ese momento, la adolescente le confesó a su amiga que la habían abusado. Ante esta situación, se adoptaron las primeras medidas ordenadas desde la Justicia interviniente.