Las discrepancias entre vecinos a veces se inician con pequeñas diferencias: ramas que traspasan las medianeras y hojas que ensucian los patios; manchas de humedad originadas por grifos abiertos durante el riego de plantas o mascotas que causan alboroto. Una pequeña rencilla vecinal terminó con una denuncia en la Unidad Judicial Nº 5. Un residente de avenida Ocampo al 3.200 denunció a sus vecinos, los policías del puesto caminero de Las Rejas.
De acuerdo con la denuncia, a la que El Ancasti tuvo acceso, el altercado tuvo su origen a finales de febrero último. Según asentó en la denuncia, su mascota –una perra de raza mestiza- comenzó a pelear con la perra de los policías del puesto caminero. Como saldo, la mascota de los policías resultó herida y el vecino se puso a disposición para curarla. Sin embargo, dadas las circunstancias, una mujer policía lo increpó y discutieron. En esta discusión entre los dueños de los canes, intervino un compañero, con quien el vecino pudo llegar a un acuerdo.
Dos días después, el hombre regresó a su casa, que se encuentra al lado del puesto caminero, sobre mano izquierda, con sentido este-oeste. Era alrededor de las 13.30 y para poder llegar a su casa tiene que girar a la izquierda. Así lo hizo siempre, como también sus propios vecinos del puesto. Sin embargo, un numerario de turno le dijo que "no podía girar a la izquierda porque hay doble línea amarilla". El vecino, quien desde hace años reside allí, le contestó que "siempre hice lo mismo y que nunca tuve ningún problema con ello". Luego, salió otro policía, quien le informó que "me iba a hacer la multa" mientras lo señalaba en forma amenazante. El vecino pidió que no lo amenazara. “Entonces intervino el mismo agente que me increpó (el día de la pelea de las mascotas) diciéndome ‘vos siempre el mismo haciendo lío’. Otro policía -que dijo ser oficial- me dijo ‘bajá el dedo porque te lo voy a meter en el culo’. Yo también le dije ‘que no me amenazara’; ahí este oficial se vino encima de mí y se paró frente a mí en forma amenazante. También le dije ‘que no me amenazara’. Fue en ese momento que este oficial me pegó dos piñas en el pecho. Después intentó doblarme el brazo derecho. Yo me resistí y solo no pudo. Intervinieron los demás agentes que estaban en el lugar que eran tres y dos policías que estaban vestidos de albañil, más el oficial que mencioné. Me forcejearon y me tiraron al piso, donde me tuvieron unos momentos”, relató.
Sus familiares intentaron intervenir para ayudarlo pero el denunciante les pidió que no intervinieran y que regresaran a la casa. “Me esposaron con las manos hacia atrás. Mis hijos quisieron intervenir para que no me
pegaran pero los policías los amenazaron que los iban a meter presos. Yo les dije que se fueran para adentro. Me tuvieron esposado parado en la vereda del puesto de control ante la vista de todos los que pasaban por el lugar. Esto duró una hora aproximadamente, hasta que llegó el móvil de la Comisaría Quinta. Estuve arrestado hasta la hora 19.30; me llevaron al médico de Policía y después me dieron la libertad. Hago mención que nunca me informaron el motivo por el que estaba detenido. Recién a las 18.30 me informaron que el motivo por el que estaba detenido era por desorden en la vía pública”, asentó en la denuncia.