El miércoles 23 de junio de 2021, personal de la Dirección Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia recibió una denuncia por parte de una fuente confidencial.
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El miércoles 23 de junio de 2021, personal de la Dirección Drogas Peligrosas de la Policía de la Provincia recibió una denuncia por parte de una fuente confidencial.
En ese contacto telefónico, los trabajadores de las fuerzas de seguridad conocieron que una mujer estaba vendiendo drogas en un barrio de la zona norte de la Capital, supuestamente.
También supieron que esta mujer transportaba marihuana al Servicio Penitenciario Provincial (SPP) de Miraflores, destinado a internos, aparentemente.
Luego de esta denuncia confidencial, los efectivos de Drogas Peligrosas iniciaron los trabajos de inteligencia e investigación que, tiempo después, derrumbó a una parte de la estructura de “La Banda de Los Camellos J”.
Para el martes 23 de noviembre de 2021, los investigadores ya sabían que la mujer no estaba actuando sola: lo hacía con su pareja, según la información a la que pudo acceder El Ancasti.
El 16 de enero de 2022, la mujer continuaba realizando los traslados de drogas hacia el Penal, al igual que su pareja. En el caso del hombre, los investigadores advirtieron que se encargaba de distribuir y comercializaba las drogas a favor de otro que se encontraba cumpliendo una condena en el SPP, aparentemente.
De acuerdo a lo que se pudo saber, esta pareja se manejaba con mucha cautela para evitar ser detectados por las fuerzas de seguridad. Por este motivo, acordaban la venta y entrega de los estupefacientes por llamadas telefónicas.
Esto motivó a la Justicia Federal a tomar intervención en el caso, debido a la complejidad que presentaba.
Los contactos telefónicos datan desde el jueves 20 de enero de 2022 en adelante. Los detalles que surgieron de las comunicaciones permitieron que la investigación avance y aportó claridad. Esto significa que se pudo determinar que el hombre de la pareja era el encargado de conseguir las drogas que un interno hacía ingresar al SPP, con el fin de que se comercialice en el establecimiento carcelario, supuestamente.
El interno tenía la complicidad de otro que le ayudaba a distribuir y comercializar las sustancias dentro del Penal, según la investigación.
Las llamadas revelaron que estos dos internos estaban presuntamente asociados para vender las sustancias y que, el hombre de la pareja, se encargaba de conseguir las drogas para que los detenidos la comercializasen en la cárcel.
Pero eso no es todo: los contactos telefónicos hicieron saber a los investigadores que había complicidad y ayuda de guardiacárceles, a quienes les pagaban para trasladar la droga de un pabellón a otro, supuestamente. Eran cinco los numerarios que se lograron identificar. El pago era dinero, aparentemente.
Las llamadas telefónicas siguieron desde el miércoles 27 julio 2022 en adelante. A través de esos diálogos, los investigadores establecieron que dos internos organizaron el transporte de estupefacientes desde Tucumán hacia Catamarca. Para esto, contaron con la colaboración de familiares, aparentemente. El padre de un detenido se encargó de conseguir a los proveedores de la droga, que luego sería transportada por el hermano y la novia de otro interno, supuestamente.
Con el avance de la investigación, se logró saber que el hermano y la pareja de un interno iban a viajar a Tucumán en un remís, que iba a ser conducido por un conocido del otro detenido. Aparentemente, el conductor estaba al tanto de lo que iban a hacer.
El lunes 1 de agosto de 2022, personal de Drogas Peligrosas estaba a la espera de que el hermano y la novia del interno regresen desde Tucumán con las drogas. Por ello, junto a personal de Gendarmería Nacional Argentina (GNA) montaron un operativo de control sobre Ruta Nacional 38, en el Puesto Caminero del Portezuelo. Y pasadas las 3.00, detuvieron el remís en el cual se trasladaban junto al chofer.
Allí, pidieron la colaboración de testigos civiles y, en presencia de los mismos, identificaron a los ocupantes del remís. En la requisa, encontraron dinero en efectivo.
A la mujer le encontraron 11 trozos compactos de marihuana, con un peso total de 91 gramos, aparentemente.
Ante la sospecha de que trasladaban drogas en sus cuerpos, fueron trasladados al Hospital San Juan Bautista, donde les realizaron placas radiográficas. Ahí se estableció que el hermano y la novia del interno contenían cuerpos extraños en colon y estómago. Luego, comprendieron que esos cuerpos extraños tenían forma de cápsulas.
Al hermano le detectaron unos 309 gramos de marihuana en el interior de su cuerpo, aparentemente.
A la novia, unos 24 gramos de la misma sustancia, aproximadamente.
Finalmente, el hermano y la novia del interno quedaron aprehendidos.
La Justicia Federal detuvo e imputó a tres guardiacárceles que trabajan en el Servicio Penitenciario Provincial de Miraflores, sospechados de integrar esta banda de presuntos narcotraficantes. Están acusados de “comercialización de estupefacientes triplemente agravada”.
Además de los guardiacárceles, hay otras ocho personas imputadas por “comercialización y transporte de estupefacientes”.
Por ahora, la causa tiene 11 detenidos en total.
La banda de presuntos narcos generó preocupación a las autoridades del Penal. Los motivos son dos: por un lado, las detenciones de los tres guardiacárceles, que se registraron la semana pasada; por otro, la posibilidad de que este supuesto grupo narco pueda tener más integrantes, ya sean éstos internos y/o más guardiacárceles.