De acuerdo con datos policiales, el 67% de los casos se concentró en la Capital en la última semana del mes.
¿Efecto crisis? Un hecho que se refleja en épocas de crisis.
Entre agosto y octubre de este año se registraron nueve casos de “hurtos famélicos” en supermercados de la Capital catamarqueña, con un patrón que evidencia una fuerte correlación con los ciclos económicos mensuales. Los datos de los partes policiales muestran una problemática que parece agravarse. Octubre muestra un dato preocupante: tres casos en solo 14 días.
El análisis de las fechas revela un detalle contundente: el 67% de los casos totales ocurrió en la última semana del mes. Si se consideran únicamente agosto y septiembre, este porcentaje asciende al 83%. Los días 18, 25, 26 y 27 concentran la mayor cantidad de detenciones. Este patrón temporal desliza la posibilidad de analizar que se trata de hurtos vinculados a la necesidad económica más que a la delincuencia organizada.
La tendencia de octubre genera preocupación. En solo 14 días ya se registraron tres casos (días 1, 4 y 14), lo que proyecta entre seis y siete casos para el mes completo. Esto representaría un incremento del 50 al 75% respecto a agosto, que tuvo cuatro casos. Además, a diferencia de agosto y septiembre, cuando los casos se concentraban al final del mes, en octubre están más distribuidos. Esto podría indicar que el dinero ya no alcanza en ningún momento del ciclo mensual.
El 70% de los arrestados son hombres, con edades que van desde los 21 hasta los 51 años. No hay un patrón etario predominante: la problemática atraviesa a jóvenes adultos, adultos de mediana edad y personas mayores. La zona este de la ciudad concentra la mayor cantidad de casos, con seis arrestos. El supermercado de la avenida Acosta Villafañe al 2400 es el más afectado, con tres casos registrados. La Fiscalía de Instrucción del Distrito Este intervino en seis casos, seguida por la Fiscalía del Distrito Oeste con tres casos y la del Distrito Sur con uno.
La franja matutina (entre las 8.50 y las 11.20) concentra el 56% de los casos, posiblemente por menor presencia de personal de seguridad. Solo un caso se registró en horario nocturno (21.30). En la mayoría de los casos, el personal de seguridad privada logró detener a los sospechosos. En tres oportunidades, las personas intentaron darse a la fuga. Solo se registró un caso con violencia: una mujer de 28 años agredió al personal de seguridad de la Terminal de Ómnibus. En todos los casos, la mercadería fue recuperada y los arrestados quedaron a disposición de las fiscalías correspondientes.
En relación con los productos seleccionados, oportunamente fuentes judiciales consultadas por este diario habían informado que carne, fiambre y elementos de higiene suelen llevarse los sospechosos. Al mismo tiempo se remarcó que la higiene también es una primera necesidad. Otra cuestión que se destacó es que las personas que se apropian ilegítimamente de elementos de primera necesidad, como alimentos o elementos de higiene personal, no son los conocidos “mecheros”. A diferencia del primer grupo, “mecheros” y “punguistas” manotean elementos que revisten de algún valor para venderlos en la primera oportunidad. Se entiende por “hurto famélico” la sustracción de productos de primera necesidad sin emplear los medios de violencia física o moral, para satisfacer sus necesidades personales o familiares del momento.
