La decisión del Gobierno nacional de traspasar a la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) el costo del subsidio al transporte urbano de pasajeros de su jurisdicción y, a la vez, aumentar las partidas para las 10 provincias del Norte Grande reavivó la controversia histórica por la desigualdad entre el puerto y el interior.
El viernes, en Puerto Iguazú, los gobernadores norteños, entre ellos el catamarqueño Raúl Jalil, firmaron un documento en el que manifestaron su respaldo a “la decisión del Gobierno nacional de descentralizar la gestión a la CABA del servicio del transporte urbano en pie de igualdad con el resto de las jurisdicciones”. Y además señalaron que mantendrán el reclamo “para que se modifique definitivamente la inequitativa distribución de recursos nacionales en este tema, algo que sigue profundizando asimetrías. Lo demuestra algo tan categórico como lo es un boleto de 18 pesos en AMBA, contra un boleto promedio de 50 pesos en el norte argentino”, sostienen en la declaración.
De todos los servicios, es precisamente el de transporte el que muestra la mayor diferencia a favor del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). Mientras el boleto mínimo de pasajeros allí cuesta $18, en Bahía Blanca, por ejemplo, sale $76. Es decir, mientras un porteño gasta $720 para ir y volver 20 días por mes, un usuario bahiense debe desembolsar $3.040. La explicación a esto no es otra que la forma muy desigual en que se distribuyen los subsidios en cada caso.
En Catamarca, el boleto mínimo cuesta $22, es uno de los más baratos de la región y, por cierto, se encuentra claramente desfasado. De hecho, hace casi dos años que se mantiene con ese valor. Con todo, es más caro que viajar en el AMBA, donde además los recorridos medidos en kilómetros son más extensos.
El gobernador de Jujuy y presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales, tensó el clima interno de la oposición al firmar el documento del Norte Grande y, más aún, al sumar condimentos con su estilo a la puja distributiva contra el porteño Horacio Rodríguez Larreta. “Pagan el boleto $18 y los jujeñitos pagamos $50. ¿Por qué esa injusticia? Levántelo a $50. ¿Por qué los yutitos jujeños tenemos que pagar $50 y ellos, un subsidio por $750 mil por unidad?”, cuestionó Morales.
Pero la disparidad es todavía más perceptible cuando se analiza el costo de los servicios en relación con los ingresos de un trabajador promedio en la ciudad de Buenos Aires y en el interior. Por ejemplo, en CABA el salario formal neto hasta fines del año pasado fue de $105.611, mientras que el consumo de 300 Kw/mes sin impuestos de Edenor y Edesur ronda los $1.200. En Córdoba, la misma factura se paga a $4.000, mientras que los ingresos son de $73.778. En otras palabras, para un porteño, el impacto de ese costo en su canasta es de 1,2% y para un cordobés asciende a 2,95%.
Con el mismo consumo de energía, un usuario de Mendoza paga una factura de $3.700 y tiene un salario promedio de $61.396, y uno de Jujuy gasta $3.400 y el sueldo es de $72.313. Es decir, la relación servicios-bolsillo es de 2,2% y 2,4%, respectivamente. La Rioja es el único distrito que paga menos por electricidad que los usuarios del AMBA, unos $1.000 con ingresos por $68.884. La situación es similar en Catamarca. Otras provincias con energía barata son Formosa ($1.150), Santiago del Estero ($1.154); Tierra del Fuego ($1.320) y Corrientes ($1.338). En esos casos, los sueldos formales promedio son $75.548; $45.012; $120.157 y $67.167, respectivamente. El menor peso relativo es para los fueguinos, alrededor del 1,1%. Los datos provienen de un informe del Instituto de Estudios Económicos de la Bolsa de Comercio de Córdoba y fueron publicados por el diario La Nación.
En definitiva, aún cuando en términos políticos la disputa por la torta de los subsidios a los servicios se inscriba en la pelea del oficialismo nacional contra Rodríguez Larreta o el macrismo, en buena hora que se empiece a poner una dosis de federalismo en el reparto de los recursos. La señal positiva ha sido la postura unánime de los mandatarios del Norte Grande, éntrelos cuales hay dos opositores, el jujeño Morales y el correntino Gustavo Valdés.