El reclamo de los trabajadores municipales de Fray Mamerto Esquiú va escalando. Desde la semana pasada, los empleados vienen intensificado las medidas de fuerza, con paros y protestas, exigiendo una mejora salarial que les permita dejar la situación de indigencia que atraviesan, según aseguran.
En diálogo con El Ancasti, Javier Chayle, delegado de ATE, explicó que la situación es insostenible. “Nosotros seguimos pidiendo lo mismo: queremos salir de la indigencia y ser pobres, porque con lo que nos pagan no podemos vivir dignamente”, señaló.
Según Chayle, los trabajadores perciben un salario de $ 415 mil, muy por debajo de los sueldos que se pagan en municipios cercanos, como la Capital o Valle Viejo, donde los salarios superan los $ 650 mil.
“La diferencia es abismal, y no solo se trata del salario. Los malos tratos, los gritos y la falta de respeto por parte de las autoridades empeoran nuestra situación”, expresó Chayle, quien denunció además lo que considera un manejo errático de la municipalidad. “Nos sentimos como esclavos. Nos tienen como indigentes, y la diferencia salarial con otros municipios es la razón principal de este conflicto”, sostuvo.
Chayle también fue tajante al criticar el rol del ex intendente y actual senador, Guillermo Ferreyra, quien -según el delegado- sigue tomando las decisiones en el municipio. “Para nosotros, Ferreyra nunca dejó de ser el intendente. Es él quien sigue manejando el municipio como si fuera su partido político. No lo está gestionando como una institución pública, sino como un proyecto personal”, denunció el delegado.
Por otro lado, la actual intendenta, Alejandra Benavídez, también fue objeto de críticas por parte de los trabajadores. Según Chayle, la gestión de Benavídez está marcada por la falta de presencia y de decisiones. “Benavídez no tiene incidencia en las decisiones que se toman. No está resolviendo nada para los trabajadores. La situación es insostenible”, comentó.
“Las medidas van a seguir. No descartamos endurecerlas si no recibimos respuestas. Esto no es un capricho, es una necesidad. Queremos un salario que nos permita vivir con dignidad”, afirmó Chayle.