sábado 23 de marzo de 2024
Sucedió el 29 de abril

Se investiga brutalidad policial contra el acusado de matar a Chávez

José Aguilar, el sindicado, continúa internado en el Hospital San Juan Bautista. Presenta lesiones óseas en el tórax y contusión pulmonar. El Cuerpo Interdisciplinario Forense confirmó las lesiones.

José Aguilar (48), sindicado como autor del homicidio del policía Diego Chávez, continúa internado en el Hospital San Juan Bautista. Fuentes consultadas por El Ancasti indicaron que si bien se encuentra delicado, evoluciona bien, aunque lento. El diagnóstico de Aguilar es de lesiones óseas en el tórax” y “contusión pulmonar”. Si bien no hubo riesgo de vida, la recuperación demandaría al menos 20 días.

Tras el hecho de sangre en el que se vio involucrado, sus familiares se habrían presentado en la Fiscalía General para radicar la denuncia por las lesiones que presentaba. Dado que la víctima fatal era un integrante de la Policía de la Provincia, el informe médico sobre el estado en que se encontraba Aguilar quedó en manos del Cuerpo Interdisciplinario Forense (CIF) del Poder Judicial. Este organismo constató las lesiones. En paralelo, desde la Policía de la Provincia se inició una investigación interna.

En cuanto a la situación judicial de Aguilar, por el momento no pudo ser indagado. Las mismas fuentes advirtieron que dado su diagnóstico y evolución, necesitaría cuidados posteriores. Para ello, debería acondicionarse un lugar adecuado para la detención.

En tanto que la Secretaría de la Mujer, Género y Diversidad de la Provincia también está interviniendo. Según se detalló, el fiscal de Instrucción de Tercera Nominación, Federico Maturano, quien está a cargo de la investigación por el homicidio del policía Chávez, solicitó un informe al respecto.

El hecho sucedió el viernes 29 de abril por la tarde en Valle Chico, en la zona sudoeste de la Capital. El cabo de la Policía fue asesinado tras ser apuñalado en el corazón.

Según la información a la que pudo acceder El Ancasti, ocurrió cuando Carlos Diego Chávez (38), padre de dos hijos y esposo de una maestra de música, se trasladaba en un móvil de Bienestar Policial, en compañía de una cabo realizando notificaciones en Valle Chico y advirtió que un grupo de obreros que se encontraba en el lugar pedía auxilio.

Los trabajadores les indicaron que en una casa cercana una mujer gritaba pidiendo ayuda. Cuando el policía concurrió al lugar para verificar la situación, un sujeto salió repentinamente de la casa y lo apuñaló en el pecho. Los obreros que advirtieron lo que acababa de suceder cargaron al efectivo en la camioneta de la Policía y lo trasladaron hasta la comisaría de Valle Chico, desde donde fue trasladado al Hospital Carlos Bravo y de allí al Hospital San Juan Bautista, donde murió.

Intervención

Sobre la situación que originó la tragedia, desde la Secretaría se indicó que sí hubo un hecho de violencia pero, previo a este momento, no hubo ningún otro hecho. Tampoco se registraron denuncias. Aguilar contaba con un buen concepto entre sus vecinos. Es el principal sostén de su familia y quien da asistencia a su pareja, una mujer con una discapacidad visual. Actualmente, desde la Secretaría se asiste y contiene tanto a la pareja como a las hijas del matrimonio.

Las fuentes consultas coinciden en que fue una tragedia. Ese día, Aguilar se encontraba con sus compañeros de trabajo celebrando el Día del Trabajador. En pleno festejo, consumió algunas bebidas etílicas. Su pareja lo llamó por la tarde por una cuestión doméstica. Hubo una discusión. Aguilar llegó a la casa y la situación se tornó violenta.

Tragedia

Todo indica que era la primera vez que Aguilar perdía los estribos. Tal vez por ello su pareja sintió miedo. El policía Chávez, quien se encontraba de paso, cumpliendo con tareas administrativas, fue advertido por unos obreros que se habían percatado de esta situación de violencia.

El policía decidió intervenir, probablemente para evitar una tragedia pero pagó con su vida. Las fuentes también coinciden en que hubo una cadena de hechos desgraciados que terminaron en tragedia: un policía fallecido y un acusado internado, en estado delicado, tras una presunta golpiza que ahora se está investigando.

Caso Videla: policías en el banquillo y con condenas

En noviembre de 2008, la Corte de Justicia de la Provincia confirmó la sentencia a prisión perpetua en contra de los expolicías Jorge Romero y Ronald Aragón, por la tortura y posterior muerte del detenido Félix Videla, y de Pedro Claudio Brizuela, que fue condenado a cinco años de prisión por omisión de denuncia e incumplimiento de los deberes de funcionario público. De esta manera, se confirmó en su totalidad el fallo al que arribó el tribunal de la Cámara Penal de Segunda Nominación luego del debate que se llevó a cabo a fines de 2007.

Romero y Aragón fueron declarados culpables de la muerte de Videla, ocurrida el 20 de octubre de 2005 en la localidad de Miraflores, donde fue arrestado y violentamente golpeado. Luego del desarrollo del juicio oral, los jueces entendieron que el imputado fue torturado durante su detención como represalia de los uniformados ante la resistencia que había opuesto a su arresto. Esa golpiza le provocó la muerte en horas del mediodía de esa misma jornada.

En esta misma Cámara actualmente se tramita la causa del joven Diego Pachao, para la realización del debate oral y público, en breve. La muerte del joven de 20 años se registró el 14 de marzo de 2012. Dos días antes había ingresado al Hospital San Juan Bautista en estado crítico, trasladado desde la Comisaría Séptima, en la zona norte de la Capital, donde había sido arrestado. Por este hecho, los policías Gustavo Eduardo Bulacios, Ricardo Darío Barrera, Ricardo Javier Varela, Jorge Duilio Montivero y Claudio Yani Nieva fueron imputados por “vejaciones” e “incumplimiento de los deberes de funcionario público” y Ramón Ariel Quevedo, solo por el último delito.

En cuanto al estado de la causa, se detalló que los abogados defensores Pedro Justiniano Vélez y Luciano Rojas, en representación de Montivero y Varela, respectivamente, plantearon prescripciones. En tanto que el abogado defensor Herman Zalazar, quien asiste a Quevedo, planteó una nulidad absoluta en relación con el dictamen de elevación a juicio de su acusado. Al respecto, el Tribunal rechazó el planteo por manifiestamente improcedente.

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