La sangre y las huellas de la ejecución del argentino Federico Mazzoni, en Playa del Carmen, Quintana Roo, se habían esfumado para el miércoles. Tan sólo 24 horas antes, los habitantes de esta zona turística vieron el tiempo detenerse al enterarse del asesinato del gerente del club de playa Mamita’s Beach, un episodio que fue seguido en México y la Argentina, y que ha agravado la crisis de seguridad que azota a la Riviera Maya. El fiscal de Quintana Roo, Óscar Montes de Oca Rosales adjudicó el suceso al crimen organizado y al narcomenudeo. Se refirió al grupo criminal Los Pelones, que desde hace muchos años mantiene el poder en los principales destinos turísticos del estado. “Tenemos problemas de narcomenudeo, una gran demanda y oferta de estas sustancias y eso es lo que ha generado estos conflictos que terminan en actos violentos como el que acabamos de presenciar. En este caso la línea de investigación más sólida hasta este momento, lo que hemos observado en los videos, se presentaron dos sujetos al establecimiento que ya estaba vacío, hablan en lo que parece un diálogo con la víctima, se dirigen a los baños y ahí lo privan de la vida”, expresó Montes de Oca.