jueves 1 de junio de 2023

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Acusado reconoció el hecho y admitió su responsabilidad

"Mi intención no era matarlo... quise frenarlo"

Estaba prevista la audiencia previa a un juicio por jurados pero se realizó un debate abreviado.

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Todo estaba previsto en la sala de debates de la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Segunda Nominación para llevar a cabo una audiencia de admisión de evidencia para realizar un juicio por jurados. Pablo Exequiel “Palili” Cárdenes Segura llegó imputado por los delitos de “homicidio simple”, “lesiones graves” y “hurto simple”. La audiencia fue presidida por el juez director Miguel Lozano Gilyam. El Ministerio Público fiscal fue representado por los fiscales Laureano Palacios y Daniela Barrionuevo. La defensa fue ejercida por el abogado del foro local Juan Pablo Morales.

Al iniciarse la audiencia se advirtió que se iba a continuar con un procedimiento de juicio abreviado, habida cuenta de que entre las partes hubo un acuerdo y el acusado confesaba los hechos. “Me hago cargo de lo que se me imputa”, expresó Cárdenes Segura desde el banquillo de los acusados.

En la instancia de alegatos, la fiscal de Cámara Barrionuevo valoró que el imputado haya reconocido y aceptado su participación. Tales fueron respaldados con las pruebas, indicó.

“Al caer la víctima fue el primero en darle asistencia. Luego, entregó de manera voluntaria la piedra –con la que agredió a su víctima-. Uno de los testigos dijo que era costumbre del imputado resolver las cosas con piedras”, remarcó en relación con el hecho más grave.

A la vez, la fiscal destacó que el acusado debía responder por un delito contra las personas (el primero), un delito con la propiedad (el segundo) y un delito contra la vida (el tercero).

El hecho más grave por el que Cárdenes Segura fue imputado sucedió el 28 de diciembre de 2021 en el barrio Antinaco, en la zona oeste capitalina. La víctima era Rubén Guirian (62).

Según se había indicado, Cárdenes Segura habría ido hasta la casa de Guirian para increparle supuestamente de que había piropeado a una familiar. El acusado habría tomado una piedra que arrojó e impactó en la frente del vecino, quien cayó violentamente sobre el piso. Fue llevado en ambulancia hasta el Hospital San Juan Bautista y falleció días después.

Por ello, mantuvo la acusación y pidió una pena de ocho años y seis meses de prisión. La representante del Ministerio Público Fiscal se manifiesta en el acusado “la falta de capacidad para resolver conflictos de otra manera y no con elementos contundentes. Ayudó a la víctima, no huyó y no obstaculizó la investigación”, destacó.

A su turno, el defensor particular –dada la confesión de su asistido- adhirió al planteo del Ministerio Público Fiscal. Para Morales, se acreditó que no tuvo intención directa de matar. “Era perseguido tras una discusión. No hubo intención directa de quitarle la vida”, señaló. A la vez, remarcó que su defendido no cuenta con antecedentes computables.

Oídos los alegatos, el acusado tuvo la oportunidad de expresar una última palabra. “Perdón. Mi intención no era matarlo. Quise frenarlo y pegarle en el pecho. Nunca pensé en quitarle la vida a nadie”, manifestó.

Tras un breve cuarto intermedio, el magistrado dio a conocer el veredicto. Halló culpable a Cárdenes Segura de los delitos por los que venía incriminado. En consecuencia, fue condenado a la pena de ocho años y seis meses de prisión. El acusado, quien se encuentra privado de la libertad desde diciembre de 2021, al escuchar la sentencia, regresó al Servicio Penitenciario Provincial para continuar purgando su condena.n

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