viernes 17 de marzo de 2023

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Editorial

Más simple y más progresivo

Una reforma integral y progresiva del sistema tributario es una de las deudas que tiene la democracia argentina...

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Una reforma integral y progresiva del sistema tributario es una de las deudas que tiene la democracia argentina. Promesa de todas las gestiones, se avanza sin embargo en reformas parciales, parches a un sistema complejo y poco práctico, con fuerte gravitación de impuestos regresivos. Los tributos son considerados regresivos cuando representa una mayor carga para los consumidores o individuos de menores ingresos. Por el contrario, un impuesto es progresivo si a mayor nivel de capacidad contributiva será mayor el porcentaje de impuesto a erogar. Los regresivos tienden a incrementar la desigualdad social; los progresivos, a morigerarla.

El impuesto que aporta más recursos a la recaudación nacional es en la actualidad el IVA (Impuesto al Valor Agregado). Representa entre el 7 y el 8 por ciento del PBI y más del 30 por ciento del total de la recaudación nacional. Pero es un impuesto altamente regresivo, que se calcula como un porcentaje del precio del producto o servicio. Si bien todos los compradores pagan el IVA, grava más a los sectores de menores ingresos, que destinan la mayor parte de ellos al consumo, a diferencia de los sectores de ingresos más altos.

Eugenio Montensio, docente e investigador de la UBA, explica que “las personas con menores recursos destinan sus ingresos casi en su totalidad para el consumo. Y, cuando obtienen ingresos adicionales, también destinan la mayor parte de estos al consumo. Este comportamiento es definido en la Ciencia Económica como una elevada Propensión Marginal al Consumo. Que la mayor parte del ingreso se destine al consumo significa que tributan por casi la totalidad de sus ingresos”. Y agrega: “Los sectores de mayores ingresos que cuentan con capacidad de ahorro y por lo tanto no consumen la totalidad de los mismos, solamente pagan IVA por la parte consumida. Por tanto, el porcentaje de IVA sobre la totalidad del ingreso es inferior a la de los sectores humildes. Como resultado, los pobres destinan mayor proporción de su ingreso que los ricos al pago del IVA”.

Un impuesto progresivo es, en cambio, el que grava las ganancias: lo pagan aquellas personas con ingresos declarados más altos. Sin embargo, el debate en torno a este tributo se basa en si es apropiado que grave no solo las ganancias de empresas, sino también a salarios.

El debate para bajar la alícuota del IVA es incipiente y debería ser acompañado por otras modificaciones que no afecten el nivel de recaudación nacional que se reparte a través de la coparticipación federal, que es fundamental para las provincias con menor desarrollo económico, como Catamarca.

Pero, como se dijo, los cambios parciales y puntuales han generado, a lo largo de las últimas décadas, más complicaciones que soluciones. De modo que se requiere una reforma integral, que además de simplificar el sistema le otorgue un perfil progresivo para contribuir a la equidad social.n

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