Los atractivos relacionados con la religión católica reciben a decenas de personas durante la festividad.
La gruta. El santuario es uno de los lugares más visitados en los días previos a la procesión.
La celebración de la Fiesta de la Virgen del Valle de diciembre, además de ser una de las celebraciones religiosas del país, es una gran oportunidad para conocer templos históricos, imágenes religiosas y espacios marcados por la fe en toda la provincia. La invitación a recorrer lugares que combinan arquitecturas únicas, con las expresiones de los creyentes y algunas historias conmovedoras se extiende no solo a fieles, peregrinos y turistas, sino también a los propios catamarqueños.
La Capital es la gran anfitriona en este contexto. En ella se puede visitar la Catedral Basílica y realizar un recorrido por la iglesia, el Camarín, observar las imágenes y manifestaciones de agradecimiento. La Catedral está frente a la plaza “25 de Mayo”.
A los pocos metros está el Museo de la Virgen del Valle. En esta propuesta, más enfocada en lo visual, se pueden apreciar detalladamente los mantos, las coronas y otros elementos que tienen un gran valor religioso, simbólico y cultural distribuidos en diferentes salas temáticas con una impronta moderna y didáctica.
También en la Capital, a 6 kilómetros del centro, está el Santuario Gruta de la Virgen del Valle, el lugar donde fue encontrada la sagrada imagen hace más de 400 años. Se trata de un espacio que fue remodelado para brindar mayor comodidad a quienes lo visitan y para sostener la impronta de un camino que comenzó entre 1618 y 1620, con el hallazgo.
En el departamento Fray Mamerto Esquiú, la propuesta histórico-religiosa comprende la visita a la Casa Natal del Beato Mamerto Esquiú, declarada Monumento Histórico Nacional en 1935. En la vivienda de adobe donde vivió el fraile catamarqueño, orador de la Constitución Nacional, se conservan algunos muebles y objetos personales. En esta localidad además se puede realizar el circuito “Torres y Campanas”, que contempla siete iglesias, entre ellas la de San José, en la que se encuentra el púlpito desde donde el beato Mamerto Esquiú proclamó su célebre discurso sobre la Constitución el 9 de julio de 1853.
El Rodeo, en Ambato, situado a unos 40 kilómetros de la Capital, ofrece adentrarse en la inmensidad de sus montañas y de la imagen de la Virgen, que es una de las más grandes del mundo. La escultura mide 52 metros en total, siendo siete metros más alta que la estatua de la Libertad en Estados Unidos y ocho metros más que el Cristo Redentor de Brasil. Hay dos opciones para llegar a este lugar: a pie y en combi. Las visitas pueden realizarse los días jueves y viernes de 9 a 19, y los fines de semana de 9 a 21.
En Tinogasta, la Ruta del Adobe también representa un encuentro con la fe. En el Mayorazgo de Anillaco, está la iglesia de Anillaco, que data desde 1712 y es la más antigua de Catamarca. Además, se puede visitar la capilla Virgen del Rosario de Andacollo, una construcción de adobe a 19 kilómetros de Tinogasta, construida en la primera mitad del siglo XIX.
También se puede conocer el oratorio de los Orquera, en el distrito de El Puesto. Una iglesia construida por la familia Orquera en honor a la Virgen de la Merced en el siglo XVIII con las tradicionales técnicas de construcción en adobe. Es un ejemplo único de la arquitectura colonial en la región.
