jueves 23 de enero de 2025
Entre 2014 Y 2023

Las denuncias por abusos se incrementaron en un 238 %

Los datos corresponden a estadísticas del Poder Judicial de la Primera Circunscripción Judicial de la provincia.

Los delitos contra la integridad sexual no sólo afectan el cuerpo, sino también la psiquis de sus víctimas. Las principales víctimas suelen ser niños, niñas, adolescentes, como así también mujeres, personas adultas mayores, personas con discapacidad, migrantes del grupo de diversidad sexual. Todos ellos forman parte del grupo socialmente vulnerable. De acuerdo con estadísticas del Poder Judicial, entre 2014 y 2023, las denuncias por delitos contra integridad sexual se incrementaron en un 238 %.

Los números corresponden a la Primera Circunscripción Judicial, que comprende los departamentos de Ambato, Ancasti, Capayán, Capital, El Alto, Fray Mamerto Esquiú, Paclín, Santa Rosa y Valle Viejo. Las denuncias se asentaron en las 13 Unidades Judiciales que funcionan en Capital, Valle Viejo y Fray Mamerto Esquiú. Fuera del Valle Central, las denuncias penales se realizan en comisarías. Estos datos no forman parte de la estadística judicial, por lo que el número sería aún mayor.

En 2014 se habían registrado 167 denuncias por delitos contra la integridad sexual. La mayor cantidad de denuncias (unas 149) fue por abuso sexual. Hubo seis más por acoso sexual y otras 12 por exhibiciones obscenas. Estas denuncias representaban apenas el 0,68 % de las 24.542 denuncias que se habían registrado ese año.

En 2023 se asentaron 27.807 denuncias y el 2,03 % correspondían a estos delitos. Se trata de 565 delitos. En detalle, se realizaron 484 denuncias por abuso, 41 por acoso, 29 por exhibiciones obscenas y 11 por “grooming” –un delito que se incorporó al Código Penal Argentino en 2013-. En estos nueve años, el incremento osciló el 238 %.

Informe

Días pasados, el juez Penal Juvenil Rodrigo Morabito participó en una disertación sobre esta temática en el Nodo Tecnológico. En la ocasión comentó que, según datos del Ministerio de Justicia de la Nación, se registraron 14.424 menores de edad víctimas de violencia sexual entre 2017 y 2022. Se supone un aumento del 126% en el número de denuncias.

A la vez, advirtió que la misma fuente destacó que los bebés, niños, niñas y adolescentes representan el 58% del total de víctimas de abuso sexual del país, y seis de cada diez víctimas menores de edad eran niñas. Además, en el 85% de los casos, el agresor era una persona cercana a la víctima. “Estamos en presencia de un delito de daño continuo, una víctima de abuso sexual puede tardar muchos años en reconocer y asumir que ha sido víctima de un delito de esa naturaleza”, remarcó.

También informó que la Comisión Real de Respuestas Institucionales al Abuso Sexual Infantil de Australia observó que una víctima de abuso sexual infantil suele tardar una media de 24 años en develar lo sufrido. Mientras que la ONG estadounidense Child USA determinó que la edad promedio en que las víctimas logran develar estas situaciones de violencia sexual sufridas durante su infancia es de 52 años. Según la Encuesta Nacional de Victimización en Argentina, un 87% de los delitos sexuales no llegan a ser denunciados.

También es violencia

La violencia sexual es cualquier actividad o contacto sexual que ocurre sin consentimiento. Puede involucrar fuerza física o amenazas. Esta violencia puede tener distintos modos de abordaje, como el abuso sexual, el incesto, la violación, la violencia sexual en el contexto de relaciones de noviazgo/íntimas, la explotación sexual, el abuso sexual en línea y el abuso sexual sin contacto. Frente a un hecho de violencia sexual nunca es culpa de la víctima.

El abuso sexual en la infancia (ASI) es una de las formas de violencia más extrema que niños, niñas y adolescentes pueden sufrir. En la mayoría de estos casos los agresores son del entorno cercano. Puede ser un familiar, un docente, referente espiritual o un vecino. Chicos y chicas víctimas de violencia sexual no solo deben romper el silencio impuesto por su agresor, sino también encontrar un adulto que crea en sus palabras (o sepa identificar las señales de alerta) y los proteja.

El victimario realiza un abuso de poder. A través de diversos mecanismos de manipulación y amenaza, quien abusa genera en la víctima un sentimiento de culpa y vergüenza. Es por ese motivo que quienes lo sufren pueden tardar mucho tiempo, incluso años, hasta que pueden poner en palabras lo que les sucedió. "Niños, niñas y adolescentes suelen ser silenciados por sus propios agresores, mediante distintas estrategias. El agresor sexual se vale del miedo, la culpa y la manipulación. De esta manera, promueve la impunidad en estos actos de violencia. “Se trata de una órbita de violencia, de la familia como prisión”, se remarcó.

¿Qué se hace en estos casos?

En octubre de 2018, tras una modificación en el artículo 72 del Código Penal Argentino (CPA), se convierten en carácter de orden público los delitos sexuales contra chicos y chicas. De esta manera, la acción ante la Justicia podrá ser iniciada por cualquier persona y el Estado, a través de los fiscales, estará obligado a llevar adelante las investigaciones correspondientes. Es decir, se elimina el requisito de la denuncia de los representantes legales del niño, niña o adolescente como condición para proceder.

La Línea 102 de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes funciona las 24 horas, los 365 días.

La Línea 144 es otra opción para solicitar información y para realizar denuncias. El servicio es gratuito y está disponible las 24 horas.

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