miércoles 20 de marzo de 2024
Estadísticas preocupantes

La violencia intrafamiliar está "naturalizada", sin distinción de clases

De acuerdo con estadísticas oficiales, cinco de cada 10 agresores denunciados son hijos.

La problemática de la violencia en el ámbito de la familia suele venir en aumento. Día a día se registran nuevos hechos, con madres, padres, niños, niñas o adolescentes como así también personas adultas mayores agredidas. Si bien visibilizar esta situación es un primer paso, aún queda pendiente poder revertir esta situación. Este trabajo no es fácil porque la violencia está atravesada por otras circunstancias. La educación y el abordaje interdisciplinario son las principales herramientas a tener en cuenta.

María Carrizo, secretaria de Mujeres, Género y Diversidad, consultada por El Ancasti sobre esta temática, remarcó que la violencia intrafamiliar siempre fue la más denunciada, mucho más que la de género. Para la secretaria, el quid de la cuestión son las crianzas. La violencia intrafamiliar ocurre en el contexto de las relaciones familiares. Es entendida como toda acción u omisión cometida por algún miembro de la familia en relación de poder, sin importar el espacio físico donde ocurra, que perjudique el bienestar, la integridad física, psicológica o la libertad y el derecho al pleno desarrollo de otro miembro de la familia. Quedan comprendidas dentro de ésta las violencias física, sexual, psicológica y económica, sea que se presenten de manera conjunta o no. “La violencia económica incluye también la negación a cubrir necesidades alimentarias para los hijos o gastos básicos para la supervivencia del núcleo familiar conviviente, así como el control de gastos o ingresos”, explicó.

Dentro de las violencias, destacó que la más fuerte –y de la que más se observan casos- es la violencia psicológica. “El hijo que maltrata a la madre; el hijo que le gasta el dinero a una persona adulta mayor, el hermano que violenta a la hermana, el tío a la sobrina, entre otras posibilidades. En realidad es algo naturalizado, sin distinción de clases sociales”, advirtió.

“Por lo general, los agresores realizan de manera reiterada conductas que configuran distintos delitos en perjuicio de las víctimas (amenazas, lesiones o abusos sexuales, entre otros). Si bien todos esos delitos son manifestaciones de un mismo conflicto, con frecuencia ingresan al sistema penal de manera aislada (por prevención de las fuerzas de seguridad o por denuncia de las víctimas, sus familiares, profesionales de la salud, servicios sociales, entre otros motivos). Esto da lugar a la fragmentación de los hechos en varias causas judiciales, que muchas veces tramitan en distintas jurisdicciones y fueros. Esta dispersión de causas multiplica los esfuerzos para las víctimas, que deben declarar varias veces sobre los mismos hechos y peregrinar por distintos despachos judiciales. Esto incrementa los riesgos de revictimización, la desconfianza de las víctimas en el sistema de justicia y la tendencia a abandonar el proceso. También impide analizar los hechos integralmente y valorar su gravedad, a la vez que obliga a duplicar los esfuerzos para investigar cuestiones íntimamente vinculadas, generando una inadecuada utilización de los recursos. Por estas razones, las fiscalías deben adoptar medidas especiales para registrar y unificar las causas por violencia doméstica”, detalló.

Maltratos

No obstante, señaló que de la cantidad de denuncias que se reciben, las más graves son de maltrato físico y de violencia económica para con las personas adultas mayores –sean madres, padres o abuelos- como así también la violencia psicológica. “No es una cuestión de poder físico; la desigualdad es psicológica”, sostuvo.

Con respecto a las personas adultas mayores, la secretaria Carrizo señaló que hubo un aumento de denuncias efectuadas por hechos de violencia doméstica. En su mayoría, precisó, fueron mujeres, con una frecuencia diaria o semanal; cinco de cada 10 de los agresores fueron sus hijos.

Lo arrestaron por agredir a golpes a su propia abuela

De acuerdo con información policial a la que pudo acceder este diario, el miércoles por la noche, pasadas las 23, en la zona sur de la Capital, personal de la Comisaría Quinta demoró a un joven de apellido Domínguez (25). Según se detalló, el muchacho habría agredido físicamente a su abuela, una mujer de 75 años.

Momentos previos, efectivos de la misma seccional se hicieron presentes en la esquina de avenida Virgen del Valle y calle Mota Botello. Allí un joven de 23 años habría intentado agredir a su pareja.

Medidas

En ambos casos, los sospechados de violentos fueron trasladados y alojados en la dependencia policial. A la vez, quedaron a disposición de la Fiscalía de Instrucción en feria, a cargo del fiscal Alejandro Gober. También se invitó a ambas damnificadas a radicar la denuncia penal correspondiente en la Unidad Judicial N° 5.

Los números de la violencia

  • Durante 2021, los equipos interdisciplinarios atendieron más de 100 casos en los que hubo personas de 60 años o más afectadas por hechos de violencia doméstica.
  • Entre las personas mayores que recibieron violencias, el 77% son mujeres, el 23% varones. A la vez, el 68% de las personas denunciadas son varones.
  • El 59% de las personas mayores afectadas por situaciones de violencia cohabitaba con la persona denunciada al momento de la denuncia y casi el 90% de ellas tenía un vínculo familiar con su agresor.
  • En este sentido, cinco de cada 10 agresores fueron hijos e hijas; el 24%, sus parejas y el 4%, hermanos o hermanas.
  • También cabe destacar que en una misma situación pueden coexistir distintos tipos de violencias.
  • En esta línea, la violencia de tipo psicológica se encuentra presente en casi todas las denuncias en las que las personas mayores fueron afectadas (97%) y las de tipo ambiental y física, en el 49% de los casos.
  • La violencia doméstica y la de género son cuestiones distintas. De acuerdo con la Ley 26485 Protección Integral a las Mujeres, la doméstica es una modalidad.
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