La simultaneidad electoral con la Nación amenaza con devolverle a Catamarca el protagonismo que alcanzó entre 1997 y 2011, cuando los desdoblamientos que operaba el FCS la hacían abrir el cronograma de comicios del país, en marzo.
La simultaneidad electoral con la Nación amenaza con devolverle a Catamarca el protagonismo que alcanzó entre 1997 y 2011, cuando los desdoblamientos que operaba el FCS la hacían abrir el cronograma de comicios del país, en marzo.
El método arrojó para los radicales resonantes éxitos.
En 1999, con Carlos Menem respaldando a Ramón Saadi para tratar de abonar su re-reelección, la victoria de Oscar Castillo prefiguró a escala provincial el triunfo de la Alianza.
El boicot electoral del peronismo capitaneado por Luis Barrionuevo y la quema de urnas del 2 de marzo signó 2003, con el condimento de Cristina Kirchner sumada a la estrategia de escarnio al gastronómico y el pacto radical-kirchnerista que cerró el año tras el triunfo de Eduardo Brizuela del Moral.
La transversalidad ideada por Néstor Kirchner encarnó por primera vez en fórmula en 2007, con el arrasador binomio Brizuela del Moral-Lucía Corpacci.
La secuencia de marzos venturosos se cortó 12 años, o tres gobiernos, después de abierta. En 2011, Brizuela del Moral cayó por un hocico ante su exvicegobernadora Corpacci, en el preludio de la reelección de Cristina.
Todas las elecciones provinciales se celebraron desde entonces junto con las nacionales, situación que se reiterará este año, en el que la falta de desdoblamiento es suplantada por la profunda dispersión del calendario electoral para colocar a Catamarca en exposición.
Es un detalle que obliga al oficialismo provinciano a ajustar su estrategia por razones adicionales a las de sus vínculos con un Gobierno nacional devaluado.
Solo cuatro distritos votarán sus autoridades provinciales al mismo tiempo que las nacionales: Catamarca, Entre Ríos, CABA y Provincia de Buenos Aires, que todavía está a tiempo y evalúa disociarse.
Aparte del hipotético efecto arrastre, hacia abajo o hacia arriba según sea la referencia nacional de los contendientes locales, conviene considerar el atractivo que los episodios provinciales podrían adquirir para la taquilla nacional y la obvia explotación que de ellos procurarán hacer los candidatos presidenciales.
Es un aspecto cuya relevancia comenzó a advertirse más claramente con la intervención de la Suprema Corte de Justicia en las elecciones de Tucumán y San Juan que obligó a desistir de sus candidaturas a Juan Manzur y Sergio Uñac.
El tribunal puede haber actuado por celo republicano o, como sostiene el peronismo, inducido por el antiperonismo, pero en todo caso el efecto político es el mismo: maniobras naturalizadas hasta ahora como ingredientes del folklore electoral podrían proyectarse con intensidad inusitada hacia la escena nacional, estimuladas por una oposición en busca de consistencia.
Lo ocurrido con el lamentable inicio de la investigación del asesinato del ministro de Desarrollo Social Juan Carlos Rojas y las repercusiones metropolitanas que intentaron emparentarlo con el Caso Morales opera como un presagio en tal sentido.
Esta semana, el concejal Mario Páez denunció en la Justicia Federal que cerca de 600 personas aparecieron en el padrón provisorio de Santa Rosa a pesar de no residir en el lugar y apuntó contra el intendente Elpidio Guaraz, personaje que no requiere de demasiados esfuerzos de la imaginación para ser postulado como paradigma de las prácticas feudales que tanto fascinan a la influyente prensa porteña.
“Estas personas están divididas en dos grupos. Por un lado, hay una cantidad que nunca vivió en Santa Rosa; por otro, existen ciudadanos que no residen en Santa Rosa, pero que se logró determinar que viven en Tucumán y Santiago del Estero y que votaron en esos lugares en las elecciones anteriores”, explicó el abogado radical Antonio Acuña.
La denuncia indica que la actitud alerta asumida por la Corte en Tucumán y San Juan orienta la agenda de la oposición catamarqueña.
No se sabe qué incidencia tiene sobre el diseño del oficialismo, en el que las tensiones por la confección de su oferta se han exacerbado.
No es necesario remontarse al Caso Morales para verificar el impacto político que podrían tener incidentes provinciales utilizados como engranaje de estrategias políticas nacionales, práctica que en el contexto actual resulta más tentadora debido a la posibilidad de ejecutarla en tiempo real.
El de la quema de urnas de 2003 es un ejemplo nítido. Los Kirchner, con la entonces senadora nacional por Santa Cruz Cristina a la cabeza, no titubearon en aliarse con el castillismo para despellejar a Barrionuevo y diferenciarse en la disputa por la Presidencia que Néstor daría un mes más tarde. Ni siquiera el hecho de que Barrionuevo fuera socio político de quien los promovía, el presidente interino Eduardo Duhalde, los disuadió. La arremetida, claramente, no estaba dirigida al exiguo padrón catamarqueño, sino al nacional.
Travesuras como la que se atribuye a Elpidio –reo de abuso sexual, por otro lado- adquirirán un potencial erosivo muy fuerte sobre el Gobierno si Juntos por el Cambio consigue hacerlas trascender los límites provinciales.
También podrían desempolvarse viejas polémicas de la larga relación que el peronismo de Catamarca estrechó desde los tiempos de Lucía Corpacci con el kirchnerismo.
Tales son los servicios que prestarán referentes opositores nacionales tal vez insignificantes en el plano provincial, pero funcionales para propalar hacia todo el país detalles del acontecer provinciano.
Eso explica la presencia en Catamarca esta semana de figuras como el exministro de Trasporte de la Nación, Guillermo Dietrich o el secretario de Asuntos Públicos de la Nación, Waldo Wolff. Es absurdo pensar que el PRO o la Coalición Cívica supongan que pueden arrimar algún voto con estos personajes ignotos para el electorado catamarqueño. Más lógico es conjeturar que llegado el momento oficiarán de usinas para nacionalizar los flancos que el oficialismo ofrezca al cuchillo, con la intervención de celebridades de probado rating como Elisa Carrió.
La denuncia por manipulación del padrón en Santa Rosa indica que la actitud alerta asumida por la Corte en Tucumán y San Juan orienta la agenda de la oposición catamarqueña
Lo ocurrido con el lamentable inicio de la investigación del asesinato del ministro de Desarrollo Social Juan Carlos Rojas y las repercusiones metropolitanas opera como un presagio