Guaraz admitió que su víctima era adolescente al iniciar la relación con ella
Comenzó el juicio por abuso sexual y por delitos contra administración. Compungido, contó su versión y negó la agresión sexual. Hoy se presenta la primera ronda de testigos.
Elpidio Guaraz, el exintendente de Bañado de Ovanta, Santa Rosa, es juzgado en la Cámara de Sentencia en lo Criminal de Primera Nominación por los presuntos delitos de “privación ilegítima de la libertad agravada”, “abuso sexual con acceso carnal” y por tres hechos de “fraude en perjuicio de la administración pública en concurso ideal con uso de instrumento privado adulterado”. Por tratarse de un delito de instancia privada, el debate se desarrolla a puertas cerradas.
Fuentes consultadas por El Ancasti indicaron que el acusado reconoció que tuvo una relación de pareja con la denunciante. El hecho denunciado data de noviembre de 2019. Por entonces, ella era una adolescente –menor de edad- y él promediaba los 50 años.
Según la investigación, el intendente se presentó con su camioneta en horas de la madrugada en la casa de la chica. Le insistió para que ingresara al vehículo “para conversar”. Una vez dentro del rodado, Guaraz arrancó la marcha y se llevó a la joven, contra su voluntad, a su casa. Al llegar, la hizo bajar del vehículo por la fuerza y la ingresó a su domicilio. Una vez ambos dentro, cerró la puerta con llave y comenzó a insultarla. Luego la agredió sexualmente. La joven permaneció encerrada en esa casa durante algunas horas.
El Tribunal está integrado por los jueces Fernando Esteban, Silvio Martoccia y Miguel Lozano Gilyam. El Ministerio Público Fiscal está representado por el fiscal de Cámara Alejandro Dalla Lasta Baroni, quien está acompañado por el abogado de la querella Luis Muñoz y Pérez. En tanto que la defensa será ejercida por el abogado del foro local Luciano Rojas.
Momentos previos al inicio del debate, públicamente había adelantado que solicitó a su abogado no realizar ningún planteo. “Quiero que esto se resuelva lo más pronto posible. Es algo que nos tiene preocupados por el tiempo que pasó. Queremos que se sepa la verdad. Nunca abusé de ella; jamás le falté el respeto a una mujer. No quiero que esto se siga dilatando. No hice nada”, aseguró.
En esta primera audiencia, al inicio del debate –cuando se toman los datos personales-, Guaraz reconoció que tuvo una relación de pareja con la denunciante. Luego, negó haber agredido a quien era su pareja. A la vez, aseguró que no la encerró en su casa.
Compungido, Guaraz contó su versión. Detalló que la relación que ambos tenían era muy buena. También expresó que tal vez se equivocó al haber tenido una relación con una muchacha tan joven.
A preguntas del Ministerio Público Fiscal, el acusado recordó que la relación con la denunciante había comenzado cuando ella aún estaba cursando el secundario. Luego, Guaraz decidió no responder preguntas de la Fiscalía ni tampoco de la querella.
Tras su declaración, la audiencia pasó a un cuarto intermedio. El debate se reanuda hoy con la comparecencia de la primera ronda de testigos.
Derrotero
La denuncia se realizó en junio de 2021 en la sede de la Fiscalía General. La investigación quedó a cargo de la Fiscalía de Instrucción de Cuarta Nominación –por entonces a cargo del exfiscal Ezequiel Walther-. No obstante, el intendente no había sido imputado. En un primer momento se ordenaron las medidas de rigor, tales como protocolos y pericias, a efectos de tener los primeros elementos para poder encuadrar el presunto delito.
En al menos dos ocasiones, la defensa de Guaraz presentó oposiciones. Dada la situación, en ambas veces, el expediente pasó de la Fiscalía al Juzgado de Control de Garantías para resolver tales planteos.
Luego, la investigación continuó a cargo de la fiscal Antonella Kranevitter, quien asumió el mando de esta Fiscalía en octubre de 2021. Luego de haber escuchado la declaración de la denunciante y reunir la prueba pertinente, la representante del Ministerio Público Fiscal el 17 de octubre de 2022 imputó al entonces intendente de Bañado de Ovanta. Para Guaraz, la denuncia fue una “maniobra política” y que se trataba “de celos”. Una vez concluida la indagatoria, Guaraz salió a la vereda y expresó “todo bien, todo bien”. Luego, tomó rumbo hacia la División de Antecedentes Judiciales. En esa oficina fue fichado y prontuariado –como se dice en la jerga, le pintaron los dedos-.
“El tiempo de una víctima: 2 años, 24 meses, 104 semanas, 730 días, 17.520 horas. Ese es el tiempo que hoy penosamente se cumple, esas son las horas y los días que amanecí esperando una respuesta en mi teléfono o en mi mail. Hoy me tengo que constituir en mi propia fiscal y desde ese lugar pido, imploro a la sociedad que me ayuden una vez a difundir mi causa, a pedir justicia. La denuncia fue realizada un día como hoy hace 2 años, causa contra un hombre del poder de la provincia de Catamarca, en ejercicio de un cargo público, gozando de todos los privilegios que significa vivir del Estado y obtener protección”, expresó la joven, a través de sus redes, al cumplirse dos años de la denuncia en contra de Guaraz. Pasado un año, se dio inicio al juicio. n