El cuidador del Club 9 de Julio, Ramón Antonio Centeno (61), se despertó y recuperó el conocimiento y si bien pudo emitir algunos sonidos, fue medicado para evitar que se excite ya que su estado de salud continúa siendo grave.
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El cuidador del Club 9 de Julio, Ramón Antonio Centeno (61), se despertó y recuperó el conocimiento y si bien pudo emitir algunos sonidos, fue medicado para evitar que se excite ya que su estado de salud continúa siendo grave.
En diálogo con este diario, su hija Vanesa Morales informó ayer que seguirá internado en el área de terapia intensiva del Hospital San Juan Bautista, recuperándose de la última cirugía y una lesión en uno de sus pulmones (perforación), causada el día en que fue apuñalado en las instalaciones del Club.
"Esperamos que se reponga un poco más así cuenta qué es lo que pasó el lunes a la madrugada, porque todo lo que dijo la chica imputada (Daniela Ramírez (18), es mentira", remarcó.
Informó que junto a otros familiares, amigos y personas vinculadas al Club, "logramos dar con dos testigos mujeres que vieron cosas y con el doctor Julio Sosa, abogado del Club, los vamos a presentar en la fiscalía" a cargo de Laureano Palacios.
"Centeno no era curandero. Al contrario, está en contra de los curanderos. Él me crió y jamás hizo algo de eso. Lo que ella dice, que él la mordió, es imposible porque en la dentadura de arriba no tiene dientes. Miente cuando dice que él la maltrataba", remarcó.
Dijo además que el novio de la sospechosa, Facundo Contreras (18) fue ubicado en la escena del hecho por el mismo Centeno al momento de ser hallado por la Policía el día del incidente.
Indicó que su familia, al igual que "mucha gente del barrio sabemos quiénes van a la cancha. Y una de esas testigos la vio esa madrugada merodeando por el Club y que salía con algo como si fuese una frazada".
Comentó que es apoderada de Centeno a pesar de no ser su hija biológica y remarcó: "Sé cómo se manejaba. Él jamás la podría haber atacado porque es discapacitado. Tiene una operación grande en la cabeza que le hizo perder la movilidad en un brazo y una pierna".
Sostuvo también que el hombre trabajaba en el Club como empleado porque "vive en ese lugar, cuida el predio y la cancha desde hace cerca de tres años. Todos lo conocen". Agregó que Centeno "no tiene un sueldo como si fuese político, apenas una mínima que le permite vivir el día a día" y que además los sábados y domingos cobraba cuando había algún partido. Yo me encargaba de entregarle el dinero los domingos y el sábado le pagaba el presidente del club".
Por otra parte, aseguró que ese domingo le dio $3.000 por un partido "y esa plata no apareció. En el lugar del hecho encontraron su celular viejo, sin crédito porque lo mantenía para emergencias, pero el dinero no".
Finalmente, señaló que conoce a la familia de la joven detenida y que inclusive iba a ser madrina de una hija de la hermana de la acusada.
Julio Sosa, abogado del Club 9 de Julio, con instalaciones ubicadas al sur del Cementerio Municipal, coincidió con Morales: "Centeno vivía en el club. Los sábados y los domingos cuando se juegan partidos se le paga, porque mantenía la cancha y cuidaba las instalaciones entre otras tareas.
"Descarto totalmente la actividad de curandero que le asignó la imputada. El Club jamás lo permitiría, mucho menos el presidente que es militar retirado", remarcó.
Dijo además que evalúan la posibilidad de constituirse en querellante próximamente.