La fiscalía pidió 5 años de cárcel y la defensa 3 años de reclusión. La familia de Ramírez criticó duramente a la Justicia.
El policía Franco Ávalos fue condenado ayer a cuatro años de prisión efectiva por el “homicidio culposo” de su compañero y colega, Oscar Ramírez, ocurrido el 2 de junio de 2023 en el edificio del Grupo de Infantería Motorizada de Acción Rápida (GIMAR).
Además se le impuso la "inhabilitación absoluta para integrar las fuerzas armadas de seguridad pública o privada, sean nacionales, provinciales o municipales, portar armas de fuego cualquiera sea su tipo y el ejercicio de tareas docentes o de instrucción vinculadas al uso, manejo, enseñanza de armas de fuego o técnicas de seguridad por el término de 8 años".
Se dispuso también que el fundamento de la sentencia se dé a conocer el 23 de junio a las 10.
Ávalos fue declarado culpable en un juicio por jurados y ayer, en audiencia de cesura (imposición) de pena, el juez director Fernando Esteban lo condenó a cuatro años de cárcel, sentencia que rechazada por la familia de la víctima.
Previamente el fiscal Alejandro Dalla Lasta pidió la pena mayor de cinco años de prisión para Ávalos mientras que la defensa a cargo de Roberto Mazzucco solicitó una condena de tres años. Ávalos lleva dos años detenido con prisión preventiva, que deberán computarse al momento de la ejecución de la pena que le impuso el juez. Según fuentes judiciales, en unas semanas el hombre podría estar en condiciones de solicitar la excarcelación por cumplimiento del mínimo de la condena.
El lunes y con un veredicto unánime, el jurado lo declaró culpable. Al conocerse la resolución hubo disturbios en la vereda de la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial. Con este antecedente, el frente del edificio fue acordonado con un fuerte dispositivo de seguridad policial.
Conocida la resolución del juez Esteban, el fiscal Dalla Lasta explicó que para el Ministerio Público Fiscal (MPF), "hay conductas que están rayando con el dolo y que, por esa sola situación debía ser castigado con la pena máxima".
Advirtió además que Ávalos "ha sido entrenado en el manejo de armas y es especialista en seguridad, que debía proteger a la sociedad. Que en un ámbito laboral, de broma, realice este hecho, es injustificable máxime cuando la víctima no hizo nada, estaba tranquila disfrutando de un momento porque habían terminado la jornada que habían tenido", apuntó.
Señaló que por esas razones esa fiscalía solicitó la pena máxima de 5 años y que "evidentemente el Tribunal tuvo en cuenta alguna circunstancia atenuante para determinar una pena inferior a la solicitada".
Durante el juicio el hombre admitió que efectuó el disparo, que no tuvo intención de hacerlo y que el arma estaba cargada.
En este contexto, el padre de Ramírez manifestó: "Estoy desilusionado de la Justicia, nunca pensé que la Justicia sea tan injusta y tan sucia. El jueves escuché los testimonios de los (testigos) policías y me di cuenta de que estaba todo arreglado".
Los integrantes del jurado popular interpretaron que se trató de un accidente y que el sospechoso actuó con extrema impericia y negligencia. A la hora de decidir, emitieron su veredicto en consecuencia y la defensa del condenado y su familia salieron al cruce del dictamen del juez.
Luego de la condena, Mazzucco remarcó: "Todo el mundo sabe que en la Policía se juega con las armas o manipulan de manera irresponsable, o en manera de broma y puede pasar en la Policía provincial, federal o en ámbito nacional, lo que no corresponde.
"Las autoridades deben tomar las medidas del caso. En el caso de Ávalos, al momento del hecho era muy joven y durante la época de pandemia tuvo instrucción, sobre todo virtual o sea que sobre el manejo de armas y demás no tuvo una instrucción real", argumentó.
"También falla en el caso de la instrucción real de la Policía o fuerzas de seguridad y hay que hacer hincapié en el respeto hacia las armas", finalizó.
A mediados de diciembre de 2024 se conoció que la querella dio marcha atrás con el acuerdo de juicio abreviado al que habían arribado junto a la otra parte, para resolver el caso. De esta forma, Ávalos podría haber evitado la instancia de un juicio por jurados.
Fuentes vinculadas al caso explicaron que en esos días hubo un quiebre entre la viuda de Ramírez -quien estableció la querella-, y el padre del policía.
“A la mamá de mis nietos la han confundido”, había señalado Ramírez padre.
En un eventual juicio abreviado y tras reconocer el hecho endilgado, Ávalos podría haber recibido una condena de 8 años de prisión efectiva.
