lunes 18 de marzo de 2024
Justicia

Catamarca innova en juicios por jurados con "paridad de género"

Tres capacitadores destacaron este avance. Aseguraron que la provincia es única en el mundo con este sistema.

La entrada en vigencia de la Ley Provincial 5719 de Juicios por Jurados puso en la agenda la capacitación judicial en esta materia. La semana pasada se iniciaron Jornadas de Capacitación en Litigación Penal en Juicio por Jurados y alrededor de 150 magistrados, funcionarios y operadores del Poder Judicial se preparan. Las actividades continuarán esta semana y a fin de mes. Un plantel de reconocidos profesionales llegó a Catamarca para estar al frente de estas capacitaciones.

Los capacitadores Alejandro Cascio, juez de la Cámara de Apelaciones y Garantías de Buenos Aires; Fernando Guzzo, fiscal de Homicidios con competencia en Jurados de Mendoza; y Ximena Morales, defensora oficial de Homicidios de Mendoza, hicieron un paréntesis entre clase y clase para dialogar con El Ancasti. “Catamarca tiene una de las leyes más modernas –si no es la más moderna-”, destacó Cascio.

Su colega Guzzo indicó que con la flamante normativa catamarqueña cumplen muchas convenciones que rigen en la República Argentina. “Es la representatividad más justa y ecuánime que va a darse en jurados. Es importante garantizarse la paridad de género que va a estar exigida”, consideró. A ello, Cascio remarcó que, a través de la Ley Provincial 5719, “es el único sistema de enjuiciamiento por jurados con paridad de género en el mundo. Desde los países con más tradición juradista, como los países anglosajones, como Inglaterra o Estados Unidos, están mirando como algo distinto y para tener en cuenta. En ese sentido, hemos marcado tendencia. Es único en el mundo por la paridad de género”.

En relación con la representatividad, Guzzo aclaró que salvo por cuestiones muy puntuales, cargos políticos o cargos en determinados ámbitos del Estado, “la representación más pura es la misma sociedad en la que vivimos porque quedan comprendidas otras situaciones. No hay ningún sesgo y eso garantiza la mejor representatividad y la mejor imparcialidad”.

“La sociedad entera tiene varias minorías que están siendo reconocidas y protegidas. La paridad en relación con los miembros del jurado es un avance muy importante”, sostuvo la capacitora Morales. Para la defensora, se trata de un avance muy novedoso en el mundo. “No existe en otras legislaciones”, aseguró.

A su criterio, es un primer paso. No obstante, tanto Morales como Cascio valoraron que, en provincias como Chaco o Neuquén, los pueblos originarios tienen participación activa en juicios por jurados. “En Chaco se tiene prevista una representación indígena para cuando haya alguna persona acusada de las comunidades aborígenes. La legislación argentina está siendo muy novedosa en este sentido, en relación con el reconocimiento de las minorías. En Neuquén también está la misma situación para los pueblos aborígenes. Como sucede en Chaco, sucede en Neuquén; hay participación de pueblos aborígenes cuando hay algún imputado en esa comunidad”, comentaron.

Audiencia de voir dire

Respecto a la selección de jurados, Cascio explicó que las partes, como la Fiscalía y la Defensa, tienen una activa participación. Se realiza, por sorteo por terminación de documento, una preselección. Para cada juicio se va a convocar a 36 personas, en partes iguales entre hombres y mujeres. Las partes tienen la posibilidad de recusar a algunos de ellos para que finalmente quede conformado el jurado titular, con los suplentes correspondientes, para que se lleve a cabo el juicio, siempre respetando la paridad de género.

“Tampoco podemos perder de vista que los hechos que se investigan pertenecen a una sociedad en general, que tiene sus características y su mayoría. Es importante que el juzgamiento entre pares se dé en el marco de la sociedad a la que pertenece. Para combatir todos los sesgos o prejuicios que puedan tener los potenciales jurados, tenemos la audiencia de voir dire, de preselección de jurados. Es la clave para poder descartar a aquellas personas que tengan algún prejuicio tan fuerte que no les permita la imparcialidad. Tampoco es justo sostener que una persona perteneciente a una mayoría no está en condiciones de juzgar a una minoría. El hecho de buscar la representación de las minorías y de buscar la amplitud en cuanto al juzgamiento, se tiene la vara para reconocer que todas las personas están en condiciones constitucionales y aptas para juzgar a sus pares”, sostuvo Morales.

Lenguaje claro para una mejor comprensión

Los capacitadores también destacaron que en los juicios populares resulta fundamental la utilización de un lenguaje sencillo y coloquial. Desde hace cinco años funciona la Ley Argentina de Lenguaje Claro, indicaron. “Es obligatorio para todos los entes estatales. Cuando se explican estos hechos a la sociedad, debe hacerse en lenguaje claro. Se exige para la mejor comprensión y resolución de las causas”, precisaron.

Recordaron que se empezó a hablar de lenguaje claro con los juzgamientos por jurados. “En realidad, el lenguaje claro debe primar en todo tipo de juicio y en todas las etapas del proceso. Tenemos que entender que la persona acusada debe tener en claro de qué se la acusa para poder hacer una defensa real y no meramente formal”, comentaron.

Además, consideraron que los actos públicos de la Justicia deben ser entendidos por la sociedad. Una sentencia, aunque sea de un juicio técnico, que resuelva sobre la absolución o condena de una persona debe ser posible de entender por los miembros de la sociedad, remarcaron.

“Estos fallos que tienen muchas referencias dogmáticas o que están redactadas con un lenguaje muy técnico, con cuestiones que escapan a la sociedad, no son fallos con fuerza en lo que requiere la publicidad. Si la sociedad no ha podido entender el contenido de esa decisión, la publicidad es meramente formal y no real porque no hay tenido acceso y control que tiene la ciudadanía a estos actos de justicia”, sostuvieron.

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