Él y su madre, Mónica Murúa, estarán sentados desde hoy en el banquillo de los acusados. El debate se desarrollará en la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA).
Acusados. Castro y Murúa estarán hoy ante el jurado popular.
Hoy comienza el juicio por jurados en contra de Jorge Castro y su madre, Mónica Murúa, los dos acusados por el asesinato de Miguel Ángel “Látigo” Ferreyra. El debate se desarrollará en la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) del Poder Judicial, en la ciudad Capital. En las primeras horas de la mañana se hará la selección del jurado popular. Una vez conformado el jurado, al mediodía, aproximadamente, se pondría en marcha el juicio.
El juez director será Silvio Martoccia. Los fiscales Augusto Barros y Laureano Palacios representarán al Ministerio Público Fiscal (MPF). La defensa de Castro y Murúa será ejercida por el abogado Jorge Bracamonte (hijo). En la querella estarán los letrados Sebastián Ibáñez y Marcos Gandini. A “Látigo” lo mataron el 10 de septiembre de 2023 en el barrio 140 Viviendas, en Valle Viejo. Lo ultimaron de un puntazo en el pecho.
Ese día, alrededor de las 10.15, Ferreyra se encontraba junto con varias personas consumiendo bebidas alcohólicas en la vía pública, cerca del “Canal de la Muerte”. Castro llegó al lugar en una motocicleta y discutió con la víctima debido a supuestos conflictos previos. El enfrentamiento derivó en una pelea a golpes de puño, que fue interrumpida por un testigo.
Luego, Castro se retiró del lugar pero regresó minutos después a pie, acompañado por su madre Murúa. Llevaba consigo dos cuchillos y una pala. En tanto que Murúa portaba un látigo. Al reencontrarse con Ferreyra, Murúa lo insultó e incitó a pelear, al tiempo que le propinaba golpes con el látigo.
Un testigo intentó mediar y evitar la agresión interponiendo su motocicleta. La víctima intentó alejarse caminando, pero Castro y Murúa lo alcanzaron en la intersección de calle José Luis de Galarza y una calle sin nombre del barrio. Allí, Castro golpeó a la víctima con la pala, mientras Murúa continuaba atacándolo con el látigo.
Finalmente, con Ferreyra ya sin poder defenderse, Castro le asestó una puñalada en el tórax con un cuchillo, provocándole la muerte, según la acusación de la Fiscalía. Por el hecho, Castro y su madre Murúa están acusados por el delito de homicidio simple -el hijo como autor y la madre como partícipe secundaria-.
Uno de los puntos relevantes del debate pasará por la situación de Castro. Durante la investigación, quedó acreditado que tiene un retraso madurativo moderado. Y si bien se realizaron varias pericias para tratar de dilucidar si él comprende o no la criminalidad del acto, ninguna lo estableció o lo descartó de manera de manera concreta. En este sentido, el debate representa para Castro una nueva posibilidad de buscar ser declarado inimputable y tratar de conseguir la absolución. Esto significa que, ahora, el jurado deberá evaluar esta cuestión y tomar una decisión: culpable o no culpable.
Ferreyra. La víctima.
Ángela Herrera, madre de Ferreyra, brindó una entrevista a El Ancasti ayer y destacó que, antes del crimen, Castro ya había intentado asesinar a su hijo. “Él lo planificó. El 8 de septiembre ya había intentado quitarle la vida a mi hijo de un puntazo cerca de la costilla. Le tiró a matarlo. Es la verdad. El 10 de septiembre terminó con lo que él ya estaba pensando hacer con mi hijo. Él sabía lo que iba a hacer”, indicó.
Herrera también se refirió al retraso madurativo moderado de Castro y consideró que “los estudios psicológicos y psiquiátricos que se hicieron dieron que está perfectamente, que él entiende lo que él hizo. No es una persona con ninguna dificultad mental que no pueda reconocer lo que hizo. Una persona que tenga problemas mentales no va a planificar”. Ángela mencionó que estará presente en el juicio y comentó que espera “que se haga justicia, como tiene que ser”. “Que paguen con los años que tiene que ser. Son unos asesinos. No tenían derecho de haber hecho lo que hicieron”, añadió.
Sucedió en noviembre
Esta causa estuvo a punto de resolverse en un juicio abreviado el último 11 de noviembre. El intento no prosperó puesto que los imputados Castro y Murúa no reconocieron los hechos. La audiencia de admisión de evidencias estaba prevista para ese 11 de noviembre, pero en un primer momento se vio interrumpida cuando las partes presentaron un acuerdo de juicio abreviado.
Según pudo saber El Ancasti, al momento de ser consultados por el juez Martoccia sobre los términos del convenio, los acusados negaron parcialmente los hechos que se habían comprometido a reconocer. Fuentes consultadas por este diario indicaron que el acusado se quebró en llanto. Ante esta situación, la audiencia debió suspenderse.
Tras un cuarto intermedio y ante la falta de conformidad de los imputados, el magistrado rechazó el acuerdo y las partes desistieron de continuar bajo esa modalidad. También se admitieron 20 testigos. Para la querella que representa el abogado Ibáñez, esto fue un hecho “improvisado” y “papelonero” por parte de la defensa de los dos sospechosos.
