Está imputado como partícipe necesario. El autor del supuesto abuso es Neri Sarmiento Balastegui y está libre.
La Fiscalía Penal de Violencia Familiar y de Género a cargo de Ruth Alejandra Antonino, desglosó el voluminoso expediente con más de una decena de acusaciones contra el abogado Nahuel José Augusto Filippín, separando el caso en el que fue procesado con prisión preventiva por supuesto “abuso sexual con acceso carnal en calidad de partícipe necesario (primer hecho)".
Fuentes judiciales informaron que la investigación avanzó rápidamente y que debido al cúmulo de pruebas, la fiscal realizará próximamente el requerimiento de elevación a juicio.
En la causa, el presunto autor del abuso fue identificado como Neri Maximiliano Sarmiento Balastegui, quien llegará a juicio en libertad, imputado por "abuso sexual con acceso carnal en calidad de autor".
La víctima del abuso se constituyó en querellante particular a mediados de abril con el patrocinio de los abogados Sebastián Ibáñez y Paulo Ibáñez y destacó la investigación realizada por la Fiscalía.
Los hechos que la damnificada les endilga a los dos acusados, ocurrieron a principio del año 2024. Según su relato, Filippín propició o facilitó el abuso sexual por parte del otro sujeto, a cambio de dinero o estupefacientes.
Filippín sigue detenido además por “amenazas agravadas por el uso de armas en calidad de autor (segundo hecho)”, “estafas y amenazas simples en calidad de autor y en concurso real (tercer hecho)”, “hurto simple (hechos 4, 5 y 7) en calidad de autor” y “encubrimiento por receptación agravado por actuar con ánimo de lucro en calidad de coautor (sexto hecho)”.
Por otra parte, la fiscal Antonino avanza en la investigación de otras denuncias, entre ellas, una por abuso sexual cuya víctima asegura que el abogado fue el autor del ultraje. En esta causa todavía no fue imputado.
La mujer que lo denunció como autor de abuso se constituyó en querellante a fines de abril y semanas después uno de los defensores de Filippín decidió renunciar y apartarse de la causa.
Con la dimisión del abogado Rodrigo Cruz, el tratamiento de los múltiples casos por los que Filippín es investigado quedó en manos de los defensores Miguel Gallo y Juan Pablo Morales.
A fines de diciembre de 2024, Filippín contaba con varias denuncias en su contra pero terminó en un calabozo tras el hurto de un aparato de un sanatorio ubicado por calle Junín, valuado en más de 150 mil dólares.
Con el arresto se iniciaron las investigaciones de las demás denuncias y las víctimas de abuso se constituyeron en querellantes.
De inmediato se puso en evidencia la problemática respecto al consumo de estupefacientes por parte de Filippín, y una junta realizada en el Cuerpo Interdisciplinario Forense certificó que comprende la criminalidad de sus actos.
