El juez federal Miguel Ángel Contreras, dispuso ayer que José Blas, exgerente de Bacchiani detenido con prisión domiciliaria, continúe privado de la libertad bajo ese régimen tras el careo realizado con Agustín Rizzardo.
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El juez federal Miguel Ángel Contreras, dispuso ayer que José Blas, exgerente de Bacchiani detenido con prisión domiciliaria, continúe privado de la libertad bajo ese régimen tras el careo realizado con Agustín Rizzardo.
El careo se realizó ayer y si bien había importantes expectativas por el alcance de los puntos que iban a plantear y cuyo esclarecimiento podrían haber determinado que Blas sea trasladado al Penal de Miraflores, esto no sucedió porque básicamente no hubo contradicciones entre ellos.
En diálogo con El Ancasti, Diego Brizuela, abogado asesor de Rizzardo, recordó que el hombre no está involucrado en la causa Bacchiani, como imputado y no tiene otra participación que como testigo testimonial.
"No pudimos entrar a la audiencia porque no somos parte en esta causa penal. Por lo que nos dijo, duró aproximadamente una hora, donde había tres o cuatro puntos que eran los que estaban controvertidos y se aclaró todo, en algún punto se mantuvieron en sus dichos pero se aclaró todo". Explicó que uno de los puntos en cuestión tenía que ver "con la titularidad de cuentas y en eso nuestro cliente no puede saber con exactitud si corresponden a Blas, a ciencia cierta. El resto de los puntos era sin mayor trascendencia para esclarecer la ruta del dinero. Está claro que Rizzardo es un damnificado más, un inversor que quiere recuperar su dinero".
Aseguraron que el hombre en ningún momento fue empleado de Bacchiani ni lo unió una relación comercial con la empresa. No tuvo otra relación que no sea netamente las inversiones, como las que hizo tanta gente. Él tuvo un trabajo eventual de un día o día y medio cuando Bacchiani lo convocó y le pidió que le ayude a atender a la gente que se agolpaba a cobrar sus créditos".
Explicaron que "de hecho no le pagaban por ese trabajo y menos recuperó su inversión".
Con esta aclaración, el abogado salió al cruce de la versión aportada por el mismo Rizzardo en sus extensas declaraciones testimoniales, en las que informó que había trabajado para el trader, quien junto con Blas le ofrecieron realizar tareas en la empresa a cambio de mayores probabilidades para cobrar aproximadamente 10 millones de pesos que la empresa Adhemar Bacchiani le estaba debiendo y que finalmente no pudo recuperar.
El contador de Bacchiani, Iván Segovia (34), declaró ayer ante el juez Contreras para ser aceptado en la causa como "imputado colaborador". El acuerdo deberá ser homologado por el juez, quien previamente evaluará la prueba aportada por el contador.
De esta manera, Segovia pasará a ser el tercer "colaborador" en la causa, siendo los otros, José Blas y la expareja de Bacchiani, Celeste Zaraive Garcés Rusa.
Primeramente Segovia fue imputado por “intermediación financiera sin autorización, en concurso ideal con lavado de activos y defraudación, todo en concurso real con asociación ilícita”.
La aparición de actas notariales en la escribanía de Joaquina Córdoba Gandini, presuntamente con graves irregularidades, puso en evidencia la supuesta realización de maniobras tendientes a lograr la descapitalización de Bacchiani.
De estas maniobras habría participado el entorno de trader y entre ellos Segovia, a quien se le agregó la imputación de "estafas y partícipe necesario del delito de insolvencia fraudulenta".
En un intento de eliminar esta última acusación de "insolvencia", solicitó acogerse a la figura de "colaborador", prometiendo aportar información que según se informó, estaría relacionada con parte de la ruta del dinero que recibió la financiera.