sábado 27 de mayo de 2023

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Cara y Cruz

Adoctrinamientos

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La ausencia de argumentos refulge en la polémica que se disparó tras la comparación que un docente de la UNCA hizo, durante una clase, entre el discurso del candidato a la Presidencia Javier Milei y los de los genocidas Adolf Hitler y Jorge Rafael Videla.

Se atribuyó al profesor la pretensión de adoctrinar a sus alumnos, objeción que presupone estudiantes universitarios intelectualmente tan incapacitados que se les puede hacer tragar cualquier absurdo. Como consignó el editorial de este diario el martes pasado, “la política y el pluralismo son parte esencial de la universidad” y tanto política como pluralismo implican debate, por ríspido que sea. Si se considera el tono de las invectivas de su líder, llama la atención que los libertarios se muestren tan susceptibles a la crítica.

Interesa, sin embargo, subrayar que ninguno de los afligidos por los lavados de cerebros que se estarían instrumentado en la UNCA profundizó en la pertinencia de la comparación en sí.

¿Es o no comparable la narrativa de Milei con la de los dictadores? La respuesta a tal interrogante se pierde en la bruma de las sobreactuaciones, cosa que es de lo más consistente: también Javier Milei se refugia en la rabia o el misticismo en cuanto se le requieren precisiones sobre cómo llevará adelante su plan de Gobierno.

Milei reprodujo en sus redes sociales el posteo de un tal “Traductor” alcahueteando que “en Arquitectura de la Universidad Nacional de Catamarca las clases de Basilio Bomzuk son dedicadas a comparar a @JMilei con Videla”. Arrobado el jefe, para que se entere y pueda eventualmente otorgar el merecido reconocimiento al delator. Conviene tomar nota de este tipo de costumbres, muy extendidas, oh casualidad, en los regímenes de Hitler, Videla y toda la caterva de homicidas políticos de la historia. Punto para Bomzuk.

El Partido Libertario de Catamarca, que contribuyó obediente a la viralización del posteo, repudió los “actos de adoctrinamiento” en la UNCA y se pronunció “por más educación en pensamiento crítico y menos docentes militantes” sin percatarse del oxímoron: el pensamiento crítico surge de la confrontación de ideas, que eventualmente pueden ser expuestas por docentes, sean o no militantes. ¿O no se puede tener una idea distinta a la de los libertarios, en caso de que tengan alguna?

El dirigente libertario local Adrián Brizuela fue más audaz y exigió represalias para el hereje.

“Este es el nivel de algunos docentes militantes disfrazados de académicos en la Universidad Nacional de Catamarca. Nunca entendieron ni entenderán que la noble misión de un profesor universitario no es adoctrinar, sino enseñar a pensar y a desarrollar el pensamiento crítico frente al conocimiento. Más allá de las consecuencias penales que correspondan, la UNCA debe iniciar una investigación urgente y juicio académico por una conducta que daña la imagen y reputación de toda una institución y de quienes formamos parte de ella”, consideró.

Caramba cuánto rigor: “consecuencias penales” y “juicio académico” por el delito de opinión.

Qué dijo Bomzuk y en qué consistió la comparación no puede saberse. Entre tanto indignado, ninguno fue capaz de desacreditar su razonamiento, que fue, contra de lo que sostienen los libertarios, una invitación a pensar. Curiosa libertad esta, que anula la disidencia. Como Videla, Hitler y el resto, siguen las casualidades. Otro punto para Bomzuk.

Si los discursos de Milei, Videla y Hitler no son equiparables, bueno sería que los libertarios expliquen por qué. El docente se tomó el trabajo de cotejarlos y elaborar una clase, sus objetores se limitan a acusarlo desde una superioridad moral que vaya a saber de dónde les viene.

Es lícito preguntarse quiénes son los adoctrinados.

Lo incompatible con la democracia no es la discusión, sino el fundamentalismo de los mesiánicos. Y contra el fundamentalismo, mal que le pese a los acólitos de Milei, se milita con las herramientas del pensamiento.

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