No obstante, se le volvieron a aplicar nuevas medidas restrictivas desde la Justicia de Familia.
La mujer que había incumplido en flagrancia una restricción de acercamiento hacia su pareja el pasado viernes, en las últimas horas de ayer recuperó la libertad. Al momento de ser liberada se la notificó sobre las medidas impartidas desde el Juzgado de Familia de turno. Entre éstas, se ordenaron nuevas restricciones de acercamiento.
Fuentes consultadas por El Ancasti detallaron que la acusada había sido denunciada por su pareja por un presunto hecho de violencia. Ante esta situación, desde la Justicia de Familia se le fijó una prohibición de acercamiento hacia su denunciado. Sin embargo, tras haber sido debidamente notificada, la mujer quebrantó la orden.
El viernes por la tarde se habría acercado al domicilio de su pareja –ambos residen en casas separadas- y habría ingresado a la propiedad. Su pareja, al advertir su presencia, le dijo que iba a realizar la denunciar.
El hombre llegó hasta una comisaría de la zona oeste de la Capital con la intención de poner en conocimiento el quebrantamiento de la medida judicial.
No obstante, una vez dentro de la seccional, la mujer y su pareja habrían discutido. Personal policial intervino y, según se detalló, habría intentado apropiarse del arma reglamentaria de uno de los efectivos policiales.
Oportunamente, fue reducida por personal policial femenino y la arrestaron.
El sábado por la mañana, el fiscal de Instrucción de turno, Jonathan Felsztyna, imputó a la mujer por los delitos de “desobediencia a la autoridad”, “violación de domicilio” y “atentado a la autoridad agravada”. En la indagatoria, la mujer -asistida por la defensa oficial-, contó su versión de los hechos. Luego fue alojada en la Comisaría de la Mujer. Horas después, la acusada recuperó la libertad, aunque con nuevas restricciones.
Medida
La orden de alejamiento es una pena privativa de derechos, por la cual se prohíbe a un agresor acercarse a su víctima o sus familiares. Es decir, es una pena de privación de derechos que consiste en la prohibición de aproximarse ni comunicarse con la víctima de un delito.
Se encuentra dentro del orden de protección y tutela a las víctimas de violencia doméstica o de género, aunque también se aplica para otros casos. Puede ser una medida cautelar o una sentencia firme. El incumplimiento de ésta está penado, ya que implica un quebrantamiento a una orden judicial.
De la misma forma que la orden de alejamiento siempre resulta de una decisión judicial, su levantamiento también debe serlo.
La orden de alejamiento debe ser ordenada por un juez o tribunal.
Se trata de una interdicción mediante la cual un tribunal impide a una persona acercarse a otra. Puede incluir a sus familiares. La restricción se establece respecto de la residencia, lugar de trabajo o lugares a los que la víctima concurra habitualmente. También abarca la comunicación, ya sea escrita, verbal o visual. Es decir que si casualmente el agresor y la víctima coinciden en una ubicación, el acusado debe alejarse a la distancia establecida. En principio es una medida cautelar.
Tiene una duración limitada en el tiempo. No puede finalizar a solicitud de la víctima, sino por otra orden judicial. También establece una distancia mínima.