jueves 1 de junio de 2023

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Cara y Cruz

Absurdas sanciones viales

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Se informó hace un par de días sobre la denuncia por agresiones policiales que radicó contra los efectivos del puesto caminero de Las Rejas un vecino de la avenida Ocampo al 3.000. El hombre vive desde hace años al lado del control y fue multado por primera vez por girar a la izquierda trasgrediendo la doble línea amarilla para ingresar con su vehículo a su domicilio. Cuando se quejó por la novedad, los policías lo golpearon y lo arrestaron. El sujeto relacionó la sorpresiva sanción con un incidente ocurrido unos días antes, cuando su perra se peleó con un perro de los policías. A su criterio, la multa fue una revancha.

Los conflictos vecinales pierden todo vestigio humorístico cuando involucran a policías prepotentes, pero el relato del desagradable episodio que el agredido desplegó en la denuncia por abuso de autoridad contiene elementos de colorido realismo que hacen irresistible su reproducción. “Intervino el mismo agente que me increpó (el día de la pelea de las mascotas) diciéndome ‘vos siempre el mismo, haciendo lío’. Otro policía -que dijo ser oficial- me dijo ‘bajá el dedo porque te lo voy a meter en el culo’”, contó. Un diplomático, el agente.

La cuestión es que la infracción de girar a la izquierda sobre la doble línea amarilla es cometida crónicamente por cualquiera que viva a la izquierda de la Avenida Ocampo en la cuadra del puesto caminero, transitando en sentido este-oeste. De otro modo, el automovilista o motociclista respetuoso de las normas de tránsito debe continuar hasta la rotonda de ingreso a La Estancita, ubicada cuatro kilómetros más arriba, para volverse y entrar a su casa sin vulnerar norma alguna. O pecar de todos modos, haciendo una maniobra ilícita en el camping municipal, aprovechando que ahí no hay puesto caminero ni policías con perro ofendido. El vecino agredido se ocupó de registrar en videos que incluso los policías incurren en la contravención para ingresar al puesto, lo mismo que los deliveries que les llevan habitualmente vituallas.

Es un clásico caso de tolerancia a la vulneración de una norma cuya aplicación es absurda, pues el pobre Cristo debería en todas las oportunidades sumar ocho kilómetros adicionales a sus periplos para cumplirla, castigo ridículo por residir donde reside.

Tras el episodio, la autoridad decidió endurecer las prevenciones y fijó metros antes de llegar al puesto caminero unos divisores de tránsito, con el supuesto objetivo de impedir a quienes bajan por la Ocampo en sentido oeste-este –desde La Estancita hacia el centro- giren a la izquierda para tomar el camino a El Jumeal y se vean obligados a girar en una rotonda que está más abajo. Pocos metros más abajo, no cuatro kilómetros. Sin embargo, los divisores no llegan hasta el ingreso del camino a El Jumeal y es lógico que así sea pues, si llegaran, ¿cómo harían quienes vienen por el camino de El Jumeal para tomar la Ocampo hacia el centro? Tendrían que irse hasta La Estancita.

De tal manera, automovilistas y motociclistas provenientes del oeste lo mismo giran a la izquierda en infracción sin que nadie los incordie.

Quizás por casualidad, los dispositivos sí son muy eficaces en cambio para impedirles entrar a su casa a la familia del sujeto que denunció la agresión policial y a la de su vecino, que se come el problema sin haber tenido ni arte ni parte en la riña de perros que parece haber originado la controversia. El obstáculo se interpone también a los deliveries de, por ejemplo, la farmacia y la pizzería, salvo, por supuesto, que doblen a la izquierda antes de los divisores y transiten en contramano los metros que les faltan hasta los domicilios. O sea: cometan dos infracciones en lugar de una, cosa que le vendría muy bien a la recaudación del destacamento Las Rejas.

Los dos vecinos afectados elevaron una nota a la Secretaría de Protección Ciudadana de la Municipalidad en la que, tras dar cuenta de su infortunio, piden una solución. En principio, levantar los divisores. Luego, “la construcción de una ochava o dársena sobre la margen derecha para poder realizar el giro a la izquierda con una mayor precaución a la que venimos realizando”.

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