El enojo de Dibu Martínez: le dio un golpe a una cámara
El arquero campeón del mundo y de América sufrió los silbidos del público local a lo largo del partido. Y, consumado el 1-2 en Barranquilla, reaccionó.
A Dibu Martínez, campeón del mundo, dos veces ganador de la Copa América y rey de la Finalissima con la selección argentina, no le gusta perder a nada. Ni aún con la Albiceleste como líder de la tabla de posiciones de las Eliminatorias sudamericanas, disputadas ocho fechas del camino hacia el Mundial de Estados Unidos, México y Canadá 2026. El arquero, de 32 años, no pudo evitar la derrota 2-1 ante Colombia en Barranquilla y exteriorizó su enojo apenas finalizó el encuentro: le dio un golpe a una cámara.
El estadio resultó una olla presión para el visitante, con banderas en contra del equipo dirigido por Lionel Scaloni y cánticos. La final de la Copa América (en la que Argentina se impuso 1-0 con gol de Lautaro Martínez en tiempo extra) todavía estaba fresca. Y el marplatense fue uno de los que más sufrió la efervescencia. Cada vez que tocó la pelota, recibió silbidos estruendosos por parte del público.
Los colombianos lo eligieron como blanco por un motivo especial: la definición por penales en el certamen continental de 2021 en Brasil, en la que tapó los disparos de Yerry Mina, Davidson Sánchez y Edwin Cardona con su copyright: los juegos psicológicos y el “mirá que te como, hermano”, que se convirtió en latiguillo, póster y remera. Durante el desarrollo del pleito, no quedó bien parado ante el excelso centro de James Rodríguez en el tanto de Yerson Mosquera e intentó hacer su arte frente al remate desde los 12 pasos del enlace del Rayo Vallecano, pero el disparo fue alto y potente, y no logró detenerlo. Sí celebró alzando las manos de cara a las tribunas en la conquista de Nico González que representó el 1-1 parcial.
En el minuto 96, emuló la mítica atajada a Kolo Muani en la final del Mundial. Daniel Muñóz pisó el área mano a mano, y abrió los brazos y bloqueó con las piernas la resolución de su rival. No le alcanzó para soñar a Argentina, que cayó luego de un invicto de 12 encuentros (la última derrota había sido también por las Eliminatorias, frente a Uruguay, en La Bombonera).
Competitivo al máximo como siempre, su espíritu entró en ebullición por no “haber podido ayudar al equipo”, como planteó en los pocos tropiezos de La Scaloneta. Además, no pudo alimentar su obsesión por las vallas invictas (acumula 34 en 47 partidos con el buzo de Argentina). En consecuencia, mientras alentaba a sus compañeros y saludaba a sus adversarios; apenas segundos después de abrazarse con Jhon Durán, vio que la cámara lo seguía como un stopper y lanzó el golpe, que rápidamente se convirtió en viral.
