Brizuela criticó a los diputados que propusieron la rescisión
Dijo que la propuesta fue una "arremetida con bronca" de la oposición. Y que la anulación del contrato hubiera dejado una "deuda multimillonaria" para la Provincia.
El gobernador Eduardo Brizuela del Moral defendió la renegociación del contrato de distribución de energía con la empresa EDECAT y cuestionó a los diputados de la oposición, que intentaron aprobar el miércoles un proyecto del senador oficialista Víctor Luna en el que se determinaba la rescisión del convenio por los incumplimientos de la firma.
A la salida del Cementerio Municipal, luego del acto por el primer aniversario de la muerte del ex gobernador Arnoldo Castillo, Brizuela se refirió brevemente a la polémica en torno a la propuesta de anulación del contrato de EDECAT, cuya sanción fracasó por las diferencias políticas de los bloques opositores en la Cámara baja.
Para el mandatario, el proyecto fue "una arremetida con bronca" de los legisladores. "Estas cosas no deben ocurrir en los cuerpos deliberativos", manifestó en diálogo con la prensa.
"Es una medida que no tenía sentido así como estaba planteada. De aprobarse, le hubiese significado una deuda multimillonaria para la Provincia", añadió.
Destacó que el nuevo contrato incluye una cláusula en la que se establece la "rescisión automática" en caso de que la concesionaria del servicio energético no cumpla con las inversiones comprometidas y con la calidad del servicio exigida.
Trascendió que, de cualquier manera, el Gobierno ya tenía preparado el veto a la polémica ley para el caso de que la movida opositora prosperara.
El argumento oficial es que la facultad para rescindir los contratos de servicios públicos es exclusiva del Gobierno, más allá de la intervención que la Legislatura tuvo en las renegociaciones a través de la comisión bicameral correspondiente.
Las de ayer fueron las primeras declaraciones públicas del Gobernador acerca de la controversia.
Al día siguiente de que la Bicameral habilitara la continuidad por dos años más de la concesión a EDECAT, los bloques de diputados del barrionuevismo, el saadismo, la renovación justicialista y el sector que responde a Armando "Bombón" Mercado le dieron despacho favorable en las comisiones de Obras y Servicios Públicos y Asuntos Constitucionales a una iniciativa que ordenaba la anulación del convenio, aprobada por el Senado hacía un año y medio.
La embestida opositora apuntaba a cargar sobre el Gobierno el costo político de renovar la relación contractual con EDECAT. Para eso, reflotó el proyecto de rescisión que había elaborado el senador lapaceño Víctor Luna, ahora partidario de la continuidad de la firma.
El proyecto se hubiera aprobado en la Cámara baja porque la oposición tiene la mayoría.
Pero a último momento, las diputadas "bombonistas" Egle Altamirano y Verónica Mercado cambiaron de opinión y se retiraron del recinto. El FCS aprovechó la superioridad numérica circunstancial para rechazar la propuesta.
El viraje de Altamirano y Mercado desató duras críticas de todos los sectores del justicialismo. Aparte de las dos legisladoras, los dardos fueron dirigidos a Armando Mercado, a quien directamente acusaron de actuar en connivencia con la empresa.
Historia inconclusa
El presidente del bloque barrionuevista, Oscar Vera, sostuvo que el rechazo no es válido porque la sesión se había quedado sin el quórum reglamentario cuando el oficialismo lo votó. La discusión en este sentido se planteará la semana que viene.
En rigor, el rechazo a la rescisión se produjo en medio de una confusa situación, mientras los diputados de la oposición, que habían regresado al recinto y dado el quórum para reiniciar el debate, se estaban retirando. Los legisladores del oficialismo apuraron el trámite y levantaron rápidamente las manos para que el presidente del cuerpo, Guillermo Herrera, diera por sancionada la negativa. Para la oposición, ya no había número para seguir sesionando.