Exportan 72 mil botellas de aceite orgánico a Japón
Se realizaron en tres embarques consecutivos.
La empresa “Olivares de Pomán” logró colocar, el pasado 15 de agosto, tres embarques consecutivos con botellas de aceite de oliva orgánico fraccionado en origen, en una operación comercial pionera para la provincia que representa un logro productivo, comercial y laboral para todo el sector.
El contacto con el país asiático comenzó en los primeros días de junio y se extendió hasta mediados del mes pasado, cuando se formalizaron tres envíos con bidones y botellas de aceite. "Esta exportación representa un significativo avance para la agroindustria catamarqueña por el valor agregado que supone el fraccionamiento en la finca de origen, cuando la mayoría de las empresas comercializa commodities a granel, es decir en grandes cantidades", dijo la subsecretaria de Promoción de la Inversión, Fabiola Garrot.
Por su parte, el ingeniero Juan Villa -uno de los encargados del establecimiento agroindustrial-, recordó que “Olivares de Pomán” hace varios años ha tomado la decisión de tener producción orgánica, la que se hace en forma natural sin el uso de fertilizantes, creyendo que son necesarios el consumo de productos naturales y la preservación del ambiente, y que a su vez hay un interesante mercado para ese tipo de productos”.
La cronología de la operación comercial fue detallada por Villa: “Una parte del campo ya está certificando la norma japonesa JAS, por lo que de acá sale certificado como producto orgánico desde hace dos años. A raíz de esto, y por intermedio de un comisionista nos hemos puesto en contacto con un distribuidor japonés de aceite de oliva, que vino a conocer el campo y con su propia idiosincrasia (y la sonrisa enigmática de los orientales), no confirmó absolutamente nada hasta el momento de irse, cuando nos encargó un contenedor de 4.200 bidones de dos litros de aceite orgánico envasados con su propia marca”.
El hecho que el producto salga envasado directamente en origen le da un valor agregado, lo cual significa que la tonelada de aceite limpia es más cara que la tonelada de aceite común, incluso descontando los costos de envasado, que insumieron una gran cantidad de mano de obra.
“Una vez que confirmamos el embarque del primer contenedor de bidones de dos litros, nos pidió el segundo. Cuando llegó a Japón el primer embarque nos confirmó la compra de tres contenedores más, pero ya en envases de vidrio de 250 y 500 centímetros cúbicos con su propia marca”, explicó el empresario.
El aceite vendido por Olivares de Pomán corresponde a la variedad arbequina, que todavía es la única variedad que se está certificando en la finca. Entre los tres contenedores suman unas 72 mil botellas de aceite de muy buena calidad. “Eso significó un mes entero de trabajo para dos turnos de ocho personas cada uno. Ese trabajo se hizo con personal permanente de la empresa que tuvo que dejar sus tareas habituales en el campo, y fue cubierto por operarios transitorios, por lo que aparte de ser un éxito económico para la empresa es un logro para la comunidad desde el punto de vista del trabajo”, concluyó.