SANTIAGO DEL ESTERO- Una maestra jardinera de Pellegrini fue condenada a dos años de prisión en suspenso al ser hallada responsable de “encubrimiento agravado” del abuso sexual de su hija entre los 8 y los 12 años, vejaciones de las cuales terminó embarazada.
Así lo resolvió ayer la jueza de Control y Garantías, María Pía Danielsen, al condenar a Silvia Analía Galván, con residencia en la ciudad de Nueva Esperanza (Pellegrini).
A puertas cerradas, la fiscal Andrea Juárez desmenuzó la historia de la nena, cuya odisea tiene nombre y apellido: Hugo Eduardo Castillo, su padrastro.
Juárez subrayó que a los 8 años la nena empezó a ser manoseada por su padrastro, remisero.
La víctima se lo confió a su madre y no le creyó. Transcurrieron los años y a los 12 la menor quedó embarazada. Por segunda vez, una asistente social se lo reclamó a Galván y alegó que la hija estaba de novia con un chico del pueblo.
Ya en tercera ocasión, fue una docente la que le pidió que interviniera e hiciese algo por la chiquita.
Nada surtió efecto y el escándalo estalló. La madre de una compañerita de la chiquita interpuso la denuncia y la Justicia puso en marcha sus engranajes.
Cayó preso de entrada el padrastro y le siguió la maestra jardinera. Como tiene otros hijos, a las pocas semanas le fue otorgado el arresto domiciliario.
Galván retornó al hogar y al poco tiempo habría comenzado a inducir a su hija a “retacear” la verdad, cuando llegase la Cámara Gesell. Hugo Eduardo Castillo seguía preso y los asistentes sociales, fiscal y abogados, recibieron el testimonio de la menor. En forma sorpresiva, la víctima habría manifestado que su padrastro es buena persona y que habituaba regalarle juguetes.
El testimonio distaba, a todas luces, del incipiente embarazo que carecía de aparente responsable.
La investigación realizada habría develado que la madre había sugerido, cuando no hasta instado, a la niña a aliviar el cuadro legal del mismo sujeto responsable de su embarazo.
Sin dudarlo, Juárez acusó a la jardinera de “encubrimiento”, al interpretar que se pasó de la raya.
Transcurrieron los meses y ayer la Justicia bajó el telón a la historia.
Galván regresó a su casa con dos años de prisión en suspenso. En forma paralela, su hija transcurre sus días criando a su hija que tiene un año y tres meses.
La ciencia confirmó que Castillo es el padre de la bebé con un 99,9%.