El sujeto acusado de abusar sexualmente de sus propias hijas
confesó esta mañana ser el autor de los
hechos, por lo que los jueces desistieron de convocar a los nueve testigos y de
las declaraciones de las víctimas, que tuvieron que ser asistidas por
psicólogos.
El debate se lleva a cabo en la sala de
audiencias de la Cámara Penal N° 3, donde mañana se llevarán a cabo los
alegatos y se dictará la sentencia. El imputado podría recibir una pena de
hasta 35 años de prisión.
El hombre llegó al juicio acusado de haber abusado
sexualmente de sus tres hijas, una de las cuales quedó embarazada como fruto de
los ultrajes que se repitieron desde 2009.
Por lo tanto, enfrenta la acusación de "abuso sexual con acceso
carnal doblemente agravado por la situación de convivencia preexistente y el
vínculo, y abuso gravemente ultrajante, también doblemente agravado”.
Según la investigación realizada por el fiscal de instrucción N° 4
Carlos Ezequiel Walther, los ultrajes comenzaron a registrarse desde 2009 y se
habrían reiterado hasta el año pasado. El hombre -cuyos datos se resguardan para preservar la integridad de las
víctimas- perpetraba los ultrajes en dos moteles.
La víctima, que en ese
entonces tenía 12 años, manifestó que había sido accedida carnalmente en todas
las oportunidades que era llevada al hotel alojamiento, sin brindar precisiones
en cuanto al número exacto de ultrajes. Esta situación se sostuvo hasta que la
adolescente quedó en estado de gravidez.
Sin embargo, el abusó se repitió con otras hermanas menores de las que
abusaba sexualmente cuando la madre se marchaba a trabajar. Los ultrajes eran
perpetrados en la cama matrimonial, según la denuncia.