viernes 22 de marzo de 2024
editorial

Más desiguales

Por Redacción El Ancasti

El nuevo Informe Regional de Desarrollo Humano del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) precisó lo que se sabía de manera intuitiva: durante la pandemia la desigualdad en América Latina, la segunda región más desigual del mundo, se incrementó.

El informe, que se denomina “Atrapados: Alta Desigualdad y Bajo Crecimiento en América Latina y el Caribe”, marca un correlato entre la caída de la actividad económica y el ensanchamiento de la brecha entre extrema riqueza y extrema pobreza y vulnerabilidad. Además, corrobora que la contracción del PBI, en promedio, fue mayor: 6,5% en promedio contra el 3,5% a nivel global.

América Latina está atravesada por múltiples desigualdades, además de las que surgen de la disparidad de ingresos: en el acceso a la salud, a la educación, a los servicios básicos, a la tecnología, a la conectividad, y por supuesto es muy evidente las desigualdades de género. El impacto de la degradación ambiental también recae con más peso sobre los sectores de mayor vulnerabilidad. 

El informe destaca a la alta concentración del poder económico y a la debilidad y fragmentación de las políticas sociales como dos factores centrales para explicar la vigencia y profundización de la inequidad en nuestros países.

El posible retorno a la senda del crecimiento económico a medida que la pandemia vaya cediendo terreno no garantiza, sin embargo, que esa expansión permita recorrer el camino inverso al de este período. Es decir, que genere que la brecha se achique y haya mejores niveles de equilibrio en materia de ingreso o riqueza.

El crecimiento del PBI, si no está acompañado de políticas redistributivas y de promoción de la movilidad social, puede incluso ahondar las desigualdades. Al empuje de la economía es preciso añadirle equidad, y para eso es preciso un Estado que regule las variables de la economía, pues el mercado, sin controles y sin políticas públicas activas, favorece el ensanchamiento de la brecha.

Claudio Tomasi, nuevo representante residente del PNUD en Argentina, considera, en base a las conclusiones del informe, que para que la región rompa la trampa en la que se encuentra, "un punto de entrada es el diseño de sistemas de protección social universales, más inclusivos y redistributivos y fiscalmente sostenibles". "Esto implica "agrega- un rol activo del sector público, cuya legitimidad genere consensos tanto para el diseño e implementación de nuevas políticas como para su sostenibilidad de largo plazo.

La pandemia, como en otros muchos otros aspectos de la vida social, abre, también en materia de políticas públicas, nuevas perspectivas y oportunidades para replantear la estructuración de una nueva agenda de desarrollo. Esa agenda, según explicita el estudio del PNUD, debe contener la inclusión digital y financiera, la transición hacia economías verdes, cambios en los paradigmas sobre los roles de género y transformaciones que posibiliten una mayor inserción de los jóvenes.

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