jueves 28 de marzo de 2024
CARA Y CRUZ

El sujeto ante la peste

Por Redacción El Ancasti

Aunque el ministro de Economía, Martín Guzmán, haya negado la posibilidad de que se apliquen restricciones a la circulación de rigor similar a las de los primeros meses de la peste, lo volátil del escenario electoral, el miedo que inspiran en el oficialismo los perjuicios políticos que podría acarrearle una escalada de contagios y muertes y el ritmo homeopático de llegada de las vacunas  impiden tomar su palabra como definitiva. De todos modos, advirtió que la economía Argentina “no podría soportar” un cierre total de actividades como el de hace un año, pues en aquella oportunidad ya se utilizó “gran parte del margen” que había para actuar.

En una entrevista con la CNN, aprovechó para aseverar que “la Argentina es el país que más se está recuperando”.
"Pensemos que la economía está diseñada, preparada, funciona con circulación. Entonces por más que haya pandemia el efecto sobre la economía es menor. Fijémonos en lo que está pasando ahora: todavía estamos en pandemia, pero llevamos nueve meses consecutivos de actividad económica creciendo", dijo. “Un 7%”, calculó.
Este crecimiento diferencial del país respecto de la región obedecería a las disposiciones preventivas tomadas el año pasado.
 "La pandemia golpea a todo el mundo, pero las políticas que se adoptaron en 2020 permitieron que estemos en una situación mejor que otros países de la región, habiendo protegido el trabajo y el capital de la economía. Las medidas que ayudaron mucho, como el IFE, como el ATP, no son medidas que tengan que ver solamente con la pandemia: tuvieron que ver con la pandemia y con las restricciones de circulación. Hoy no tenemos restricciones de circulación y no vamos a tener restricciones de circulación como al inicio de la pandemia", prometió.

El principal problema para imponer confinamientos como los del año pasado es que sus efectos en lo que a la contención del COVID-19 se refiere no se ajustaron a las expectativas que la Casa Rosada generó. 
La Argentina, con la cuarentena récord, está en el puesto 13 a nivel mundial en cantidad de casos acumulados y muertos,  en el 16 en casos activos. En la región, está tercera en casos y muertos, segunda en infectados activos y cuarta en muertos por millón de habitantes.
En contraposición, el perjuicio económico de las restricciones fue muy fuerte, como lo marca el hecho de que la coparticipación de Catamarca creciera un 21% de marzo a marzo, debido a “que marzo y abril de 2020 constituyen los meses de mayor impacto de la pandemia".
El Gobierno sostiene que sin el confinamiento los resultados hubieran sido mucho peores, pero se trata de una ucronía. Lo que no es ucronía es la percepción en grandes franjas de  la sociedad de que el sacrificio no se vio reflejado en el terreno sanitario en la medida que el Gobierno postulaba, estimulada además por las particulares varas aplicadas para sancionar las transgresiones de los ajenos y tolerar las de los propios.

Un cierre total no solo es poco probable por el estrés de la economía sino por la imposibilidad de hacérselo cumplir a una sociedad harta y decepcionada sin establecer un régimen policíaco insoportable.
La clave para no sucumbir en la segunda ola pasa por la responsabilidad personal del sujeto ante la peste: asumir los hábitos profilácticos y evitar las aglomeraciones.
Lo que se observa es una actitud esquizofrénica, que exige mayores controles al Estado para después poner el grito en el cielo cuando tal rigor se ejerce. 
La toma de conciencia contribuirá al cumplimiento del anhelo del ministro Guzmán.

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