jueves 28 de marzo de 2024
Editorial

Nunca el olvido

En consonancia con el aniversario número 39 del desembarco argentino en las Islas Malvinas...

Por Redacción El Ancasti

En consonancia con el aniversario número 39 del desembarco argentino en las Islas Malvinas, diversos centros de excombatientes lanzaron ayer la campaña “Yo también hablo”, que tiene como destinatarios a soldados conscriptos que fueron víctimas de torturas y malos tratos durante la guerra. Los apremios que sufrió de parte de sus superiores en la jerarquía militar un número todavía indeterminado de los jóvenes soldados que estuvieron destinados a las islas –con un promedio de edad que iba entre los 19 y los 20 años-, forman parte de un capítulo aún no revelado debidamente.

Luego de terminado el conflicto bélico, muchos soldados empezaron a relatar, de a poco, a medida que se animaban a hacerlo, episodios de tormentos que debieron sufrir en esos meses que se convirtieron en un mojón en la historia argentina. No solamente pasaron hambre y frío en el enfrentamiento con un ejército profesional, bien equipado y asistido por su país, sino que también sufrieron hechos de torturas en las que los verdugos eran oficiales de las Fuerzas Armadas, sus propios jefes.

La mayoría de los testimonios a lo largo de estas décadas fueron informales, es decir, no se tradujeron en denuncias judiciales y luego en causas investigadas debidamente. Hay solo una causa abierta en la Justicia Federal de Río Grande, provincia de Tierra del Fuego, bajo cuya jurisdicción están las islas. Pese a ser una sola causa, con apenas cuatro oficiales procesados, el expediente consta de 120 denuncias y 95 imputados. Son querellantes el Centro Ex Combatientes Islas Malvinas (CECIM) y la Comisión Provincial por la Memoria (CPM).

Estaqueos y enterramientos bajo temperaturas extremas y suelo congelado durante varias horas, amenazas con arma de fuego, y sumersión de la cabeza en agua helada son algunos de los tormentos que investiga la Justicia fueguina. 

El propósito de la campaña “Yo también hablo” es traducir cientos de testimonios informales de soldados víctimas de apremios ilegales en causas que investigue la Justicia. “Si durante la guerra de Malvinas sufriste maltratos, violencia y torturas por parte de tus superiores, es tiempo de contarlo. No estás solo, vamos a acompañarte. Porque fueron crímenes de lesa humanidad y necesitamos justicia”, dice una de las piezas de la campaña. Sus organizadores propician no solo una campaña de concientización, sino además un espacio de contención. 

La información relevada por la Justicia hasta el momento demuestra que muchas de las prácticas represivas utilizadas por la dictadura militar contra ciudadanos perseguidos por sus ideas políticas, fueron replicadas a menor escala contra jóvenes conscriptos en las heladas islas del sur.

Las demandas de juicio y castigo a los responsables de esos tormentos que hoy salen a la luz cada vez con mayor contundencia son una de las tantas reivindicaciones de los veteranos de Malvinas, que merecen el reconocimiento y el agradecimiento del resto de los argentinos, nunca el olvido. 

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