jueves 28 de marzo de 2024
CARA Y CRUZ

Otra chance para Zenteno

Por Redacción El Ancasti

La migración de Alberto “Abeto” Barrionuevo desde el Concejo Deliberante de Valle Viejo al Ministerio de Vivienda abre una oportunidad para que la intendenta Susana Zenteno acomode el frente interno peronista en su distrito. 

El desenlace provisorio de la contienda con Barrionuevo marca un fracaso en el proceso de afianzar el liderazgo político de la jefa comunal: la tregua demandó la intervención directa del gobernador Raúl Jalil y el ministro de Vivienda, Fidel Sáenz. 

La gestión de Zenteno no consigue despegar, por responsabilidades propias y también, todo hay que decirlo, problemas estructurales añejos que no logra siquiera comenzar a revertir. La tensión con Barrionuevo multiplicaba el riesgo de que el oficialismo perdiera las elecciones municipales este año. Tal resultado configuraría una cancha propicia para un regreso de la oposición al control de la comuna: que el exintendente Gustavo “Gallo” Jalile haya cerrado la presidencia del comité departamental partidario en la lista única radical es indicio de que no está derrotado ni mucho menos. 


Inconveniente para el gobernador. Si los radicales logran reempinarse, Valle Viejo sería el único municipio por fuera de la órbita peronista en la tríada que conforma con Capital y Fray Mamerto Esquiú, y debe considerarse, en un análisis más global, que el FCS-Cambiemos todavía retiene comunas del interior importantes, como Andalgalá y Belén. Con una victoria, la oposición a Zenteno obtendría la mayoría propia en el Concejo, pero más importante es que el medio término de este año será el primer plebiscito de la gestión Jalil.

La licencia de Barrionuevo es una salida elegante más para Zenteno que para el concejal. Con “Abeto” no hubo caso, tal vez le vaya mejor con su reemplazante, Ana María “Pelusa” Lobo, vieja dirigente peronista que pasó por el “Movimiento Evita”, que orienta la exintendenta y actual diputada Natalia Soria, aunque ya no forma ahí.


Con el intercambio, se reactivaron las tratativas por la Presidencia del cuerpo. Los dos concejales radicales que sostenían en ese puesto a Barrionuevo no pierden las esperanzas de conformar el mismo esquema con “Pelusa”, quien todavía no ha dicho nada.
Con Barrionuevo fuera de la cancha institucional, el desafío de Zenteno pasa por cerrar con la nueva concejala, que tiene naipes para gravitar. 

Como su antecesor, podría acordar con los radicales la conducción del cuerpo y continuar el culebrón, o podría reclamar que se la den los concejales del peronismo para garantizar una “pax chacarera”. También podría, por supuesto, allanarse a que el cargo sea cubierto por Belkys Penise o Sergio Figueroa, los ediles “zentenistas”, que oponen el derecho que les da la Carta Orgánica a la mayoría numérica que hasta ahora vino imponiendo el Barrionuevo-FCS.

Las especulaciones arden, pero ya depende de Zenteno estabilizar las relaciones en el peronismo distrital, cuya conflictividad es clásica. 

El problema siempre fue su resistencia a abrir juego en el gabinete municipal a los sectores que conformaron la alianza, entre los que Natalia Soria se impuso en 2011 con la contundencia de la estructura clientelar que había armado con el “Movimiento Evita”. Ella no tenía esta herramienta: su encumbramiento obedeció al respaldo de la exgobernadora Lucía Corpacci.

Es decir: Soria lideraba una red importante de votos cautivos, mientras que Zenteno llegaba con liderazgo prestado, por lo que debía construir poder propio desde la gestión. 

Fue un error no haber tenido en cuenta este detalle. 

Jalil le da una nueva oportunidad, pero la edificación de un “zentenismo” fuerte sigue pendiente, con el “Gallo” soplándole en la nuca.

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