jueves 28 de marzo de 2024
Editorial

La inminencia de una segunda ola

Por Redacción El Ancasti

No hay muchas certezas en lo que respecta a la evolución de la pandemia. Predecir rumbos y tendencias, aun con modelos matemáticos elaborados con criterios científicos, es extremadamente complejo. Pero entre tanta incertidumbre hay coincidencias más o menos generalizadas entre los expertos sobre la inminencia de una segunda ola en la Argentina para cuando el calor amaine y se incrementen las actividades colectivas en espacios cerrados. Salvo, claro, que un arribo masivo de vacunas permita la inmunización de millones de personas en pocas semanas, lo que morigeraría bastante el impacto que se prevé para marzo o abril.

La advertencia es importante para comprender que la baja de casos después del rebrote de fines del año pasado y principios del actual en el país no significa la lenta desaparición de la amenaza, sino un repliegue que puede revertirse en cualquier momento. La baja de la curva de contagios no se registra en Catamarca, donde la circulación comunitaria del virus llegó bastante más tarde que en el resto de las provincias. Pero la experiencia de aquellos países que han tenido dos y hasta tres olas de contagios nos deja como enseñanza que no hay que bajar las defensas. 

Los estudiosos señalan que en la actualidad, a casi un año de que la OMS declarara como pandemia al Covid-19, los modos en el que el virus se propaga se han modificado. El biólogo molecular y biotecnológo Ernesto Resnik, analiza, en función de lo que ha sucedido en los países europeos, que a diferencia de la primera ola, ya se volvió más difícil localizar los epicentros en las grandes urbes y dentro de éstas en grupos específicos. Me refiero a fábricas, geriátricos, frigoríficos o sitios puntuales. En la actualidad, al Sars CoV-2 se lo puede hallar en cualquier lado". Y añade: "Al principio, los lugares que recibían al patógeno eran los centros de turismo o comercio. Buenos Aires, Madrid, Nueva York eran los epicentros que irradiaban los contagios. Ahora estamos en otra fase de la pandemia: puede haber un brote en una fábrica, pero debemos poner el ojo en todos nuestros contactos, en nuestras propias casas, en nuestros amigos, en los parientes".

Resnik cree, entonces, que la segunda ola en Argentina es prácticamente inevitable porque sería una consecuencia necesaria de la lógica de circulación viral que se ha observado en casi todo el mundo.

Las evidentes restricciones que se observan en la provisión de las vacunas en todo el mundo y también en Argentina, aunque se espera que esta situación se revierta en las próximas semanas, empujan a pensar que quedan varios meses antes de lograr la inmunidad del rebaño. Hasta que eso suceda, y aunque a esta altura resulte difícil de sobrellevar, es sumamente necesario seguir respetando las clásicas medidas preventivas de higiene, distancia social y uso del barbijo, además de las nuevas que surjan de los protocolos que se establezcan para retomar actividades que estuvieron hasta ahora suspendidas, como por ejemplo las clases presenciales en escuelas y universidades.n

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