jueves 28 de marzo de 2024
editorial

Poco y nada de gestión para mostrar

Por Redacción El Ancasti

El caso de Victoria Donda, interventora del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (INADI), es uno de los tantos que ofrece la vida política argentina en los que el perfil combativo y progresista de un dirigente se diluye o cambia radicalmente cuando es puesto en tareas ejecutivas. La clásica diferencia entre decir y hacer. 

En efecto, porque más allá del escándalo desatado por la denuncia de su exempleada doméstica, Arminda Banda Oxa, a quien la funcionaria le ofreció un plan o un cargo en el organismo que conduce a cambio de pagarle la indemnización, lo hecho hasta aquí por Donda en el INADI, a poco más de un año de gestión, podría pasar desapercibido, salvo por un giro en la agenda y un aumento de gastos difícil de justificar. 

En 2020, con la lógica inflacionaria que sigue caracterizando al país, el INADI recibió una mayor cantidad de fondos que años anteriores. Así, el presupuesto pasó de $253,2 millones en 2019 a 310,2 millones en 2020, un 18% más. En la gestión anterior de Claudio Presman, entre 2018 y 2019, los fondos asignados habían crecido un 6%.

A su vez, en 2019 el INADI gastó $233,9 millones, mientras que en 2020, en un contexto de pandemia y parálisis de actividades sociales, el gasto fue de $292,9 millones, un 21% más. Es claro que el incremento no fue por las actividades del organismo –que fueron muy escasas-, sino por la actualización salarial del personal y el crecimiento de la planta. 

De hecho, respecto a 2019, el INADI incrementó su nómina de empleados de 310 a 329, un 6 por ciento, según la Cuenta de Inversión de la Contaduría General de la Nación. Es decir, Donda designó a 19 personas “de confianza”. 

Aún así, el presupuesto nacional 2021 establece que ese número debe reducirse a 297, aunque tal objetivo, claro está, se encuentra lejos de ser alcanzado porque Donda no ha demostrado hasta la fecha tener ninguna vocación de eficiencia administrativa. 

Los objetivos del organismo son elaborar políticas nacionales para combatir toda forma de discriminación, xenofobia y racismo. En 2020, con el auspicio de Donda, la agenda del organismo hizo mayor hincapié en cuestiones de género y en la protección de algunos sectores postergados. Se elaboró, por ejemplo, un protocolo de atención a víctimas de violencia de género y capacitación de implementación del personal del Inadi, a la vez que se llevaron a cabo distintas campañas, como #EsRacismo, #LactanciaSinDiscriminacion, la campaña por el Día del Orgullo LGBITQ+, por los diez años del matrimonio igualitario, por los Afroargentinos y Afroargentinas. Donda defendió, a lo largo de su carrera, el aborto legal, seguro y gratuito, lo que se tradujo en diversas campañas del INADI a favor de esta ley, como la del Día de Acción Global por el Derecho al Aborto.

Durante el gobierno de Mauricio Macri, el foco estuvo del organismo puesto en la promoción de la tolerancia religiosa y el fomento de la juventud, entre otros ejes de acción.

De todos modos, no habría que esperar mayores cambios en la gestión de Donda, al menos hasta que pueda resolver su situación judicial. La semana pasada, el fiscal federal Eduardo Taiano impulsó una investigación penal contra ella por el presunto delito de defraudación a la administración pública por ofrecer un plan social y un puesto de trabajo en el INADI a su exempleada doméstica a cambio del pago de la indemnización.

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