jueves 28 de marzo de 2024
Editorial

Una nueva ruralidad

Experiencias como las de las colonias agrícolas conformadas en Catamarca hace...

Por Redacción El Ancasti

Experiencias como las de las colonias agrícolas conformadas en Catamarca hace medio siglo atrás podrían servir como herramienta para la revertir la concentración demográfica en la Argentina, que, como se observa en estos días, ha funcionado como caldo de cultivo para la rápida propagación del coronavirus.

En la década del sesenta se puso en marcha en nuestra provincia un proyecto para la creación de diversas colonias agrícolas, particularmente en el valle central y en el este de la provincia. La construcción de nuevos diques permitió disponer de agua de riego permanente, a lo que se le sumó un decidido apoyo estatal, proveyendo tierras y viviendas, a los colonos que decidieran radicarse en zonas productivas rurales.

La iniciativa tuvo un éxito inicial, pero con el tiempo sus propósitos se fueron desvirtuando. De todos modos, no es intención analizar las razones por las cuales las colonias agrícolas catamarqueñas no satisfacieron las expectativas creadas originalmente, sino aludir a la experiencia, ahora que han empezado a generarse otras similares en la provincia de Buenos Aires con el objetivo de generar migraciones desde el conurbano hacia zonas rurales. 

Una de las iniciativas que se están preparando en ese sentido tiene como destino los alrededores de la ciudad de Tapalqué, en la provincia de Buenos Aires, a 278 km de la Capital Federal. El Estado provincial y el municipio coordinarán acciones para habilitar permisos para el uso de tierras fiscales y la construcción de viviendas para las familias que decidan radicarse en esa zona. Por el lado de la sociedad civil, la organización que articulará será la Unión de Trabajadores de la Tierra.

La idea es crear una colonia agrecológica para el abastecimiento de verduras a los centros urbanos cercanos. Quienes se mudarían a esa colonia serían familias que actualmente residen en Florencio Varela, en el Gran Buenos Aires.

El hecho de que se trate de productos orgánicos, sin el añadido de agroquímicos, le añade un elemento virtuoso al proyecto. 

Si la concentración poblacional en grandes centros urbanos se debe a que allí se encuentran mejores oportunidades laborales, el objetivo de las colonias agrícolas o agropecuarias es propiciar la migración contraria, habilitando oportunidades en zonas rurales. 
A nivel local deberían las autoridades repensar este tipo de proyectos. Aunque obviamente en menor medida que lo que sucede en el AMBA, también en el Gran Catamarca hay una concentración poblacional que se abastece principalmente de personas que llegan del interior provincial en busca de trabajo y de mejor infraestructura de servicios públicos. De modo que, a los fines de reducir esas asimetrías entre Gran Catamarca superpoblado e interior despoblado, la inversión pública y la asistencia productiva del Estado debe promover una nueva ruralidad, con oportunidades de desarrollo que aprovechen las potencialidades y ventajas comparativas de cada  zona del interior, que no pueden estar eternamente condenadas a vivir del empleo público.

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