jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

El equilibrio perdido

Por Redacción El Ancasti

La deforestación, que implica la tala de los bosques nativos violentando incluso la legislación que los protege, es uno de los principales problemas ambientales de la Argentina. Desde comienzos de la década del noventa se han perdido casi 8 millones de hectáreas de esos bosques, lo que representa aproximadamente un 80 por ciento de la superficie de la provincia de Catamarca. Nuestro país figura entre los diez países con más deforestación del planeta.

El tema, del que no se habla de un modo proporcional al impacto negativo que causa, se reactualizó en los últimos días porque las organizaciones ambientalistas denunciaron que ni siquiera el estado de aislamiento social obligatorio y preventivo que rige en el país desde hace más de dos meses ha puesto un freno a la tala indiscriminada. Y además porque Greenpace ha revelado los nombres de los 300 responsables principales de la catástrofe ambiental ocurrida en las últimas décadas.

La decisión del “escrache” parece haber sido acertada, pues la difusión de la lista ha tenido repercusión pública. No es para menos: figuran en ella firmas muy poderosas y conocidos empresarios, muchos de los cuales han incursionado en la actividad política y hasta ocupado altos cargos públicos. Uno de los mencionados es Mauricio Macri, pero también figuran su ministro de Finanzas, Luis Caputo, y el excéntrico diputado mandato cumplido Alfredo Olmedo.

Los desmontes masivos, sin planificación estratégica ni los imprescindibles cuidados ambientales, tienen efectos graves. Producen, además del cruel desalojo de comunidades campesinas y de pueblos originarios que habitan esos territorios desde tiempos inmemoriales, inundaciones permanentes, la desaparición de especies animales declaradas en peligro de extinción y la propagación de enfermedades. Son todos efectos comprobados exhaustivamente a través de investigaciones de indiscutible valor científico.

El avance de la frontera agropecuaria para las plantaciones de soja arrasando los bosques nativos se dan en provincias del norte argentino. Las principales afectadas son Santiago del Estero Salta, Chaco y Formosa, en ese orden, jurisdicciones en donde se concentran el 80 por ciento de los desmontes en el país.

“Es completamente inadmisible que, frente a la emergencia sanitaria, climática y de biodiversidad que estamos sufriendo, se siga deforestando. Los gobiernos deben ponerle un freno a la ambición destructiva de algunos empresarios”, señala Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Bosques de Greenpeace en la presentación del informe.

Catamarca no padece aún este problema. Es más, hay extensas zonas potencialmente productivas que no se están explotando por diversas razones. Avanzar en su puesta en producción es un desafío, pero deberá realizarse respetando la legislación vigente, que procura encontrar un equilibrio entre las necesidades económicas y la sustentabilidad ambiental.  Un equilibrio que en otras provincias parece perdido.

 

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