jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

Evitar los traumas pasados

Por Redacción El Ancasti

Los productores sojeros amenazan con volver a las rutas si es que el Gobierno confirma lo que se viene anticipando en los últimos días: un incremento de tres puntos en las retenciones a la soja y aceite de soja. 

Si bien hay productores que pretenden reeditar el conflicto de 2008 entre la Mesa de Enlace y el entonces gobierno de Cristina Kirchner, la mayoría entiende que no hay un escenario político como el de entonces, donde el enfrentamiento entre las partes fue traumático y alcanzó ribetes verdaderamente preocupantes que finalmente dirimió el Congreso de la Nación con el voto "no positivo" de Julio César Cobos.

El Gobierno de Alberto Fernández tiene la potestad de aumentar esos tres puntos porcentuales, porque es una facultad que le delegó el Congreso en diciembre pasado. Si no lo hizo hasta ahora es porque privilegió no tensar la relación con las entidades que integran la Mesa de Enlace. Pero finalmente, las acuciantes necesidades financieras terminarán, según todo parece indicar, presionando al presidente de la nación a incrementar la alícuota, lo que le reportaría al Estado nacional ingresos adicionales del 0,4% del PBI, según las estimaciones del IARAF (Instituto Argentino de Análisis Fiscal).

Si el Gobierno aspira a evitar la reedición del conflicto de hace doce años, deberá evitar cometer los errores de entonces. En primer lugar, tendrá que mantener vigente un ámbito de diálogo donde ambas partes puedan negociar y expresar sus puntos de vista. Además, segmentar las retenciones según el tamaño del productor o la distancia al puerto, lo que permitiría que los pequeños productores o los que tienen sus campos en las provincias del norte, por ejemplo, no pierdan rentabilidad. Finalmente, explicar con precisión cuál será el destino de los recursos logrados a partir de una mayor recaudación.

En 2008, el Gobierno no promovió un espacio para el diálogo con la Mesa de Enlace, el esquema de segmentación fue incorporado a la Resolución 125 de manera tardía y sin consensuarlo con las entidades del campo,  y el destino de los fondos recién se precisó, parcialmente, cuando se creó el Fondo Federal Solidario para financiar obras e infraestructura para el desarrollo en provincias y municipios de toda la Argentina. 

Según trascendió, aunque por el momento no hay confirmación de ningún tipo, en el Gobierno nacional se estudia una baja en las retenciones a productos agrícolas de las denominadas economías regionales, es decir, en las zonas que no forman parte de la zona núcleo de la Pampa Húmeda. 

Reeditar el conflicto que dividió al país hace doce años no le conviene a nadie: ni al Gobierno, ni a la organizaciones que nuclean a los productores agropecuarios, ni tampoco a la sociedad en general. Adoptar medidas que sean equilibradas y que, por sobre todas las cosas, garanticen rentabilidad de los productores más chicos o de regiones alejadas del puerto, resulta imprescindible para evitar los traumas pasados. n

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