jueves 28 de marzo de 2024
Editorial

Experiencia virtuosa

La inclusión laboral de las personas que padecen algún tipo de discapacidad o...

Por Redacción El Ancasti

La inclusión laboral de las personas que padecen algún tipo de discapacidad o trastorno es aún materia pendiente en la sociedad, aunque deben reconocerse avances respecto de otras épocas.

Personas que presentan el Síndrome de Asperger, cuyo día se celebró ayer, como todos los 18 de febrero, han logrado una inserción laboral que debe destacarse como experiencia virtuosa y digna de imitar.

Un psiquiatra austríaco le dio el nombre a este síndrome, que desde 2013 está integrado en el contexto de la categoría de Condiciones del Espectro Autista (CEA). Hans Asperger fue, precisamente, el primero que describió las características de este trastorno.

El Programa Argentino para Niños, Adolescentes y Adultos con Condiciones del Espectro Autista (Panaacea) especifica que estas condiciones “afectan predominantemente el desarrollo temprano, con consecuencias en las áreas de la comunicación, la interacción social, la conducta y el procesamiento sensorial”. 

Las personas que tienen Condiciones del Espectro Autista –alrededor de 700.000 en la Argentina- poseen las dificultades mencionadas, pero, como contrapartida, talentos y habilidades de mucha singularidad, entre las que los especialistas reconocen alta productividad y creatividad, y atención al detalle.

Estudios no oficiales calculan que el 80 por ciento de las personas que se encuentran comprendidos en trastornos del espectro autista no tienen trabajo, situación que obedece, de manera predominante, a barreras culturales que deben desmontarse.

SAP, una empresa especializada en software empresarial, lanzó en 2013 a nivel mundial un programa denominado “Autismo en el trabajo”, que empezó a implementarse en Argentina en 2016. La iniciativa le pertenece a un empleado de esa compañía que tenía un hijo con el diagnóstico del síndrome. 

Algunas empresas internacionales con sede en el país han incorporado personas con esas condiciones en cargos relacionados a las operaciones y las finanzas. A ellos accedieron por méritos propios, relacionados con sus capacidades, y no a través de cupos predeterminados.

La inserción laboral, en estos casos, no es sencilla. Requiere de un ambiente particular que contenga a los trabajadores con estas condiciones. “Nada impide que una persona que presente Síndrome de Asperger pueda desarrollarse plenamente, pero para ello es fundamental un contexto que la acompañe y sostenga día a día, que en lugar de focalizar en sus déficits, trabaje permanentemente para aumentar sus fortalezas”, sostiene la Dra. Andrea Abadi, Directora del Área de Neurodesarrollo y Condición del Espectro Autista del Centro Cites Ineco.

De modo que privar a las personas que poseen esta condición de que realicen aportes laborales en oficios o profesiones, no solo constituye una exclusión que atenta contra los derechos de esas personas, sino también un desaprovechamiento de potencialidades que pueden ser canalizadas adecuadamente para mejores performances de empresas privadas o áreas del sector público.


 

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