jueves 28 de marzo de 2024
EDITORIAL

Basura: crear conciencia

Por Redacción El Ancasti

En buena hora. El municipio capitalino comenzó a realizar un trabajo que hace tiempo venía siendo demandado en diversos barrios periféricos de la ciudad: la limpieza y erradicación de grandes basurales, la mayoría de ellos usados por la gente como volcaderos de piezas de considerable tamaño. 

Según se informó, las tareas de limpieza se iniciaron el martes último en el barrio Combate de San Lorenzo, ubicado en la ribera del río del Valle en La Chacarita. Allí encontraron un basural con más de 27 carcasas de vehículos abandonados y una enorme cantidad de basura. 

El relevamiento oficial permitió detectar más de 15 lugares que la gente utiliza como “basureros” hace bastante tiempo. Como evidentemente no había controles ni cerramientos con avisos visibles, siguió acumulando allí los desechos, aún en contra de las quejas de los vecinos que veían crecer verdaderos focos infecciosos a metros de sus viviendas.

Precisamente, la detección de estos basurales se logró merced a lo que podría considerarse un circuito modelo de representación política-institucional: los vecinos llevaron las quejas a los concejales del circuito y éstos, a su vez, gestionaron los trabajos de limpieza ante el Ejecutivo municipal, que pudo actuar en base a ese “mapa” definido por vecinos y ediles. 

En ese sentido, el secretario de Servicios Públicos de la comuna, Martín Barrionuevo, explicó que cada concejal recepta los reclamos y apunta las zonas con mayores inconvenientes. 

“Iniciamos en el circuito 8 y 9 donde tenemos varios focos importantes de basurales que debemos erradicar, la gente debe comprender que el único basurero es la planta de tratamiento de El Pantanillo, y no zonas como Combate de San Lorenzo, zona de boliches, costanera del río o sitios baldíos. Mientras limpiábamos la zona de Combate de San Lorenzo, vimos una camioneta que estaba tirando basura y tuve que explicarles que no es un basurero. Por eso es fundamental el compromiso de la gente”, comentó. 

Pero el funcionario fue un poco más lejos en su requerimiento de colaboración. “Les pido a los vecinos que estén atentos, que denuncien a quienes tiran basura, que tomen fotografías, que las difundan, que las suban a las redes si es necesario para que aprendan y les dé vergüenza ensuciar. La ciudad debe estar limpia en todos los sectores, y debemos aprender a ser comprometidos con estos temas. Recordemos que estamos en verano que se generan focos infecciosos, proliferación de mosquitos y alimañas, y los basurales están cerca de domicilios”, añadió. 

Más allá del entusiasmo personal y de su preocupación, no está nada bien que un funcionario pida a los vecinos que “escrachen” a sus pares con imágenes en las redes sociales, con el propósito de que se sientan avergonzados por su conducta. 

Lo que el municipio debe hacer, en todo caso, es idear una campaña de concientización sobre la necesidad de mantener la limpieza en los barrios y coordinar días y horas para el uso de la Planta de Tratamiento por parte de particulares. El escrache nunca puede ser un método de creación de conciencia ciudadana. n

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